Joyas del patrimonio de Santiago pasan desapercibidas para miles de visitantes
SANTIAGO CIUDAD
Las calles del entorno de la Catedral y la praza de Abastos están abarrotadas y otras viven ajenas al bullicio del turismo
18 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.Los miles de turistas y peregrinos que visitan Santiago se concentran en el puñado de calles y plazas próximas a la Catedral, mientras otras rúas y plazas de la ciudad viven ajenas y de espaldas al bullicio del turismo. No se trata de zonas alejadas del epicentro, sino de vías paralelas y perpendiculares a los puntos más visitados de la ciudad. Los espacios libres de turistas están tanto en las inmediaciones de la Catedral como en las proximidades de la praza de Abastos, considerado como el segundo monumento más visitado de Santiago.
Uno de los casos más llamativos es la calle Xerusalén, paralela a la rúa da Troia, y posiblemente la que mejor responde a las características del barrio judío, y que sin embargo permanece fuera del recorrido habitual de los turistas, y prácticamente vacía durante todo el día. Por sorprendente que resulte, y pese a la proximidad a la Catedral y San Martín Pinario, Campás de San Xoán tampoco puede presumir de formar parte del circuito habitual de los miles de visitantes.
Hay zonas de la ciudad que solo las descubren aquellos turistas y peregrinos que conjugan el verbo callejear. Aunque pueda parecer increíble, las imágenes que acompañan este reportaje fueron tomadas entre las 12 y las 14 horas del lunes 11 de julio, cuando el Obradoiro estaba a rebosar, la rúa do Vilar presentaba un lleno espectacular y cientos de turistas retrataban la praza de Abastos.
Entre las joyas patrimoniales desconocidas están, entre otras, la ruela da Oliveira, donde pueden degustarse unas magnificas setas; y la rúa das Ánimas, en el que El Pozo brinda la oportunidad al turista de conocer una tasca de las de siempre. Lo mismo ocurre en la Algalia de Abaixo y en otras muchas callejuelas cercanas a la praza de Abastos como Travesa, San Agustín, O Curro da Parra, San Bieito y Truques que ven pasar de lejos a los cientos de peregrinos que cruzan por Casas Reais hacia Cervantes. Fuera del circuito turístico está también la serpenteante rúa Santa Cristina, que une Algalia de Arriba con Porta da Pena, y otros estrechos callejones como el que pasa desapercibido en la praza de Algalia de Arriba y que comunica con la Algalia de Abaixo, a la altura del Pazo de Amarantes.
Fuera de la almendra, el barrio de San Pedro es otro ejemplo de joyas desconocidas. Mientras miles de peregrinos llegan a la ciudad por su arteria principal, muy pocos son los que se desvían para conocer las rúas do Medio, Angustia y el parque de Bonaval