Cela espera una llamada «seria» de Noriega para tratar el bipartito

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Marta Ferreiro

El PSOE cree que es una «cortina de humo» para ocultar el fracaso del primer año

24 may 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Rubén Cela (BNG) valorará esta mañana en el pazo de Raxoi el primer año de Compostela Aberta (CA) al frente de la capital de Galicia. De su tono ante los medios, de su manera de pasar por las heridas abiertas, de la cantidad de sal con la que roce las llagas del gobierno local se podría interpretar su predisposición a una hipotética entrada junto a su colega Goretti Sanmartín en el gobierno de Martiño Noriega. Pero cualquier conclusión será política-ficción hasta que CA haga una propuesta formal que puedan debatir las bases del Bloque, las mismas que en el mes de junio decidieron que los dos ediles de Santiago deberían favorecer la gobernabilidad, pero comprometiendo exclusivamente apoyos puntuales.

Las dos citas electorales que restan en el 2016 distorsionan cualquier intento de acercamiento, pero la intención de Noriega, transmitida en los últimos días, es nítida: quiere iniciar la negociación con el BNG para su «integración» en el ejecutivo -sumarían 12 ediles, sin mayoría absoluta- y abrir canales de diálogo más consistentes y fluidos con los socialistas para darle «estabilidade» al pleno.

Ese primer contacto existió, según confirmó Noriega, pero con carácter «informal». Cela no lo negó ayer: «Non houbo unha proposta concreta nin formal, polo tanto non temos nada que avaliar» que no sea este primer ejercicio en el que el portavoz se ha mostrado crítico en la gestión del día a día pero al mismo tiempo ha prestado sus votos (insuficientes) en los momentos clave. Cela no quiso abundar ayer en este asunto, que consideró lo suficientemente serio como para abordarlo «con seriedade», y además hablaba desde la sede nacional del BNG como responsable de Comunicación de la campaña del 26-J. En esa misma comparecencia cargó contra En Marea por considerar que sus futuros diputados en Madrid serán una « delegación de Podemos», lo que da idea de la complejidad de cualquier acercamiento en estos momentos y a medio año de unas elecciones autonómicas.

«Con nosotros no habla»

Con el PSOE, en cambio, no ha existido ningún tipo de contacto, ni formal ni casual. Simplemente «con nosotros no habla». A Paco Reyes este movimiento del alcalde solo le genera desconfianza, hasta el punto de pensar que las ofertas de Noriega para acercar posturas solo son una «cortina de humo» para evitar hablar del balance del primer año, que considera «negativo». El PSOE está dispuesto a negociar, pero la primera exigencia al gobierno sería la «autocrítica» y el reconocimiento del trabajo «propositivo» de los socialistas, «pero si lo que quieren en el pleno es lo que no le dieron los vecinos en las urnas, que se olviden». A Reyes le parece significativo que el alcalde, a preguntas de La Voz, valore su gestión con un 7 y que equipare la labor del PSOE y el PP con un 4 cuando los socialistas facilitaron su nombramiento y los primeros presupuestos.

«Gustaríame integrar o BNG e xa o falei de xeito informal con Rubén Cela. Aportaría valor engadido»

Martiño Noriega

«Non temos unha proposta concreta, e as cousas serias hai que abordalas con seriedade»

Rubén Cela