El CGAC repasa la trayectoria de la artista Marisa González

M. garcía

SANTIAGO CIUDAD

Marisa González con la instalación «Estación Fax», que preside la sala
Marisa González con la instalación «Estación Fax», que preside la sala . Álvaro ballesteros

La exposición, que se inauguró ayer, muestra la aplicación de la tecnología al arte

16 abr 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Fue una pionera en el pensamiento estético desde el feminismo. También en el uso de materiales a través de nuevas tecnologías. Las palabras son del director del Centro Galego de Arte Contemporáneo (CGAC), Santiago Olmo, para definir a la artista que protagoniza la exposición que desde ayer hasta el 19 de junio puede visitarse en el museo: Marisa González (Bilbao, 1945).

Rexistros domesticados, así se titula, supone un repaso por la amplia trayectoria de la artista vasca afincada en Madrid. En ella se recogen desde instalaciones a vídeos, fotografías e intervenciones sobre objetos. «Esta exposición intenta reivindicar y recuperar ese ensayo con los nuevos medios», destacó el director. «Se trata de una sucinta retrospectiva», profundizó la comisaria de la muestra, Rocío de la Villa, apuntando a la dificultad de resumir 45 años de trayectoria. «Hubo que sintetizar para mostrar los trabajos más destacados», añadió. La exposición también sirve para dar a conocer al público una parte de la trayectoria de la artista que había quedado oculta, se trata de los años 70 y 80. «Había obra que nunca se había visto», afirmó la comisaria sobre esta muestra que antes del CGAC estuvo en el espacio Tabacalera Promoción del Arte, en Madrid.

En la muestra también se refleja que «ya desde el principio era una artista muy posicionada» tanto desde el punto de vista de su compromiso social y político como a la hora de la búsqueda y experimentación con los materiales. Así, temas como la lucha por los derechos civiles o la crítica al colonialismo, aparecen reflejados en su trabajo.

La artista Marisa González, por su parte, incidió en la «importancia en el compromiso con el mundo en el que vivimos» y profundizó en algunos de sus proyectos que pueden verse, como aquel que recoge el desmantelamiento de la central de Lemóniz o el que refleja el poscolonialismo en Hong Kong, con la situación que viven las mujeres filipinas emigrantes.