Reconoce que su momento más duro al frente de la diócesis compostelana fue el robo del Códice
26 feb 2016 . Actualizado a las 19:39 h.Agradecido, con confianza en el futuro y alentando para continuar trabajando en el Sínodo Diocesano. Así se muestra Julián Barrio, un día después de celebrar sus 20 años como arzobispo de Compostela. Fue un 25 de febrero de 1996 cuando tomó posesión de la diócesis compostelana, después de que el 5 de enero de ese año hubiese sido nombrado para el cargo por el papa Juan Pablo II.
En una entrevista a un medio radiofónico, Julián Barrio quiso hoy dar las gracias a todos los que le brindaron su apoyo en estas dos décadas, «porque sin su ayuda no podría haber llevado adelante esta misión que se me ha encargado». Cuestionado por cuál fue su momento más difícil, no dudó y recordó el robo del Códice Calixtino, ocurrido en la catedral compostelana en julio del 2011. El más «gozoso», por el contrario, tuvo lugar un año antes de ese episodio, durante el xacobeo del 2010, con la visita a Santiago del pontífice Benedicto XVI.
Trayectoria
Julián Barrio llegó a Compostela procedente de Astorga en otro año santo anterior, el de 1993, cuando fue consagrado en la Catedral como obispo titular de Sasabe y auxiliar de su antecesor. Desde octubre de 1994 hasta su nombramiento como arzobispo gobernó la archidiócesis como administrador diocesano.
Nacido en una localidad de la provincia de Zamora en 1946, Julián Barrio es licenciado en Teología por la Universidad Pontificia de Salamanca (1971); Doctor en Historia de la Iglesia por la Universidad Pontificia Gregoriana de Roma (1976); y licenciado en Filosofía y Letras, Sección de Geografía e Historia, por la Universidad de Oviedo (1979).