La USC apoya a 250 personas que precisan ayuda para sus necesidades especiales

j. g. santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

Firmó un convenio con la Fundación ONCE para avanzar en la eliminación de barreras y en la integración de varios colectivos

05 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Personas invidentes, sordas o con problemas de movilidad se encuentran entre las 250 que tiene identificadas la USC entre sus colectivos, que presentan necesidades especiales para las que precisan apoyo. El dato lo reveló la vicerrectora de Estudantes, Cultura e Responsabilidade Social, Dolores Álvarez Pérez, en el acto de firma de un convenio entre la USC y la Fundación ONCE. El documento, suscrito por el rector, Juan Viaño, y por el vicepresidente ejecutivo de esa Fundación, Alberto Durán López, pretende desarrollar diferentes líneas de actuación para la «mellora da igualdade de oportunidades, a accesibilidade universal, a inclusión e a non discriminación de todas as persoas con discapacidade dentro da comunidade universitaria, fomentando ademais a contratación pública socialmente responsable», según se resaltó en el acto.

Alberto Durán enfatizó el interés de que también «la discapacidad se incorpore a los planes de estudio», en Arquitectura y además en otras carreras. Insistió en que la ONCE trata de ofrecer a su afiliación «una caña de pescar, no peces» para que tengan mayor autonomía; además de ayudas al estudio, becas o posibilidades de rehabilitación. Y resaltó la importancia de que personas de su colectivo lleguen a la universidad. El porcentaje de personas con discapacidad que alcanzan ese objetivo es «ínfimo», dijo; y para que aumente es necesario superar barreras que obstaculizan la igualdad de trato.

Juan Viaño destacó que este convenio se centra en tres aspectos: sensibilización, formación y accesibilidad. Indicó que la inclusión y la accesibilidad son considerados «criterios de excelencia» en los campus de la USC. Y la institución se esfuerza para favorecer el «acceso universal a instalaciones y actividades formativas».

Aún quedan barreras

Sin embargo, aún quedan barreras, incluso arquitectónicas en algunos edificios, sobre todo en las residencias, o en el último piso de la Facultade de Medicina, admitió la vicerrectora Dolores Álvarez. La USC ha contratado un intérprete para personas sordas, con sus propios medios, que le cuesta 18.000 euros anuales, afirmó.

La USC colaborará en el programa de prácticas académicas externas de la ONCE Oportunidad al talento, y en otras iniciativas encaminadas a favorecer oportunidades de empleo de personas con discapacidades.