Julian Barnes recoge en Santiago el premio San Clemente

EFE

SANTIAGO CIUDAD

SANDRA ALONSO

El escritor británico recoge un galardón literario decidido por estudiantes que le había sido concedido en el 2008

04 mar 2015 . Actualizado a las 15:05 h.

 El escritor Julian Barnes (Leicester, 1946), que hoy ha recibido el Premio San Clemente por Arthur&George, ha expresado su satisfacción por lograr con su obra trascender tanto fronteras como generaciones, dado que el jurado de este certamen gallego está integrado por estudiantes de bachiller.

El autor británico, responsable de El sentido de un final (Premio Booker) y Nada que temer, su exploración de la muerte cuando enviudó de Pat Kavanagh, recogió el galardón que se le había concedido en 2008, y a cuya entrega no había podido asistir, y aprovechó la ocasión para tratar el terrorismo y la inmigración.

Quiso, valiéndose de su distinguida historia, que recrea un suceso con mucho de diferencia e injusticia, el cual influyó para que en Inglaterra se crease el Tribunal de Apelaciones hace un siglo, defender en rueda de prensa la recepción de inmigrantes y valorar que ello haya supuesto en el Reino Unido la existencia de una «raza mixta».

En este ámbito, señaló que el miedo al terrorismo es una constante, de manera que en los años 30, como recoge en la novela premiada, el pánico podía ser a que un irlandés sentado al lado de uno en un tren pudiese poner una bomba, por lo que resaltó que cambia la procedencia pero no el miedo y alertó contra la discriminación social frente a las personas que proceden de otros países.

Para Julian Barnes no existe sociedad alguna sin prejuicios sociales, pero lo que sí cambia con el tiempo -considera- son las circunstancias, que en el caso de hoy en día se complican por factores como el terrorismo internacional.

Preguntado por la composición del tribunal en Galicia y por el hecho de que lo valoren lectores jóvenes, reconoció que había tenido una experiencia negativa en Italia, pero que había cambiado de idea al entrar en contacto con los estudiantes del instituto compostelano, que lo habían «conmovido». Así que expresó su satisfacción por someterse a su juicio.

Barnes explicó que para obtener un punto de vista diferente para escribir sus obras había dicho que le gustaría estar durante 24 horas en la mente de una mujer o de un político y explicó que en el primer caso es por la evidente diferencia entre sexos y en el segundo, porque los políticos inventan cosas que quieren que los demás se crean como verdaderas.

Sobre su consideración de que El Quijote es la obra más postmoderna, afirmó en un juego de palabras que, siendo producto de su tiempo, está también muy fuera de su tiempo, y dijo que su parte favorita es la segunda porque sus protagonistas escuchan como la gente que ya ha leído la primera parte habla sobre ellos.

De la novela premiada sostuvo que narra hechos verdaderos del pasado pero también hace referencias actuales en el sentido de que se trata de cuestiones que ocurren hoy en día como el abuso de la autoridad o la discriminación social.

A su entender eso es lo que sucede con la literatura, que no importa donde acontece ni en qué momento, porque, finalmente, la historia se vive en la mente del lector.

Sobre el trabajo que le ocupa en la actualidad no quiso ser muy explícito, de manera que ironizó que es un «secreto», pero, pese a ello, adelantó que se trata de una novela corta, que pretende que esté concluida en la primavera y de la que desea que se traduzca al gallego.

Barnes fue premiado en la XIV edición del Premio San Clemente, que ya recibieron autores como Mario Vargas Llosa, Milan Kundera, Antonio Tabucchi, Paul Auster o Haruki Murakami.

Este premio literario con modalidades en novela gallega, castellana y extranjera cuenta con un jurado compuesto por alumnos de bachillerato del instituto Rosalía de Castro y otros tres gallegos y pretende fomentar la lectura entre los jóvenes en un momento de gran predominio de lo audiovisual.