Los decanos de Medicina proponen un examen de acceso común y que valore las actitudes

E. Á. Santiago / la voz

SANTIAGO CIUDAD

14 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Santiago acoge estos días la conferencia de decanos de las facultades de Medicina de España, que pertenecen a cuarenta universidades públicas y privadas. Este encuentro aborda las necesidades y la problemática de la formación médica, y en este caso uno de los puntos estrella es la propuesta para crear una prueba de acceso común y única que valore además otras actitudes, aparte del conocimiento de las materias relacionadas con esta titulación. Juan Gestal, decano de Medicina en la USC y por lo tanto anfitrión del encuentro, explicó que se ha comenzado a hablar de la estructura de esta prueba, que tendrá que estar operativa en el 2017.

Con la desaparición de la selectividad, las facultades que tengan mucha demanda -como ocurre con esta carrera- podrán organizar sus propias pruebas de acceso. Para evitar la falta de homogeneidad y el caos que puede provocar que cada centro haga una diferente, los decanos han propuesto esta alternativa común. Destaca además el hecho de que quieran introducir de alguna manera la evaluación de las actitudes, para conocer la predisposición del estudiante o su experiencia previa. Con el modelo de Bolonia, desde hace unos años los alumnos tienen que hacer una prueba de evaluación al finalizar la titulación, que los decanos también quieren homogeneizar en todas las facultades.

Otro de los temas estrella de la conferencia es la necesidad de que haya un continuum formativo entre la carrera, el examen MIR y el período de residencia, y su rechazo a que se incremente el número de plazas en las facultades españolas para esta titulación. «De hecho, ya hay facultades de más», explica Gestal. El número de alumnos de las facultades debe limitarse a las plazas de formación MIR ofertadas, porque de lo contrario habría alumnos que se gradúan y no pueden especializarse, y, por lo tanto, tampoco trabajar.

Sin reposición de profesores

Otro de los temas a tratar, que preocupa mucho a la facultad compostelana, es la reposición del profesorado clínico jubilado. La restricción en la reposición de profesionales provoca que en algunas áreas, como medicina interna, se vaya a pasar de 12 profesores de docencia clínica a 4, lo que en la práctica hará muy complicada esta tarea en el hospital, «y hay que tener en cuenta que la medicina interna es clave en la formación del médico», concluye el decano de la USC.