La sierra de O Courel, una de las grandes reservas genéticas de castaña gallega

Francisco Albo
fRANCISCO ALBO MONFORTE / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

GUILLERMO DÍAZ AIRA

En la zona se encuentra la mayor parte de las variedades consideradas como principales en la comunidad

11 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Hasta ahora no se ha realizado un estudio específico y sistemático sobre los diferentes tipos de castaña de la sierra de O Courel, pero los expertos coinciden en que esta es una de las zonas de Galicia que conserva una mayor cantidad de variedades. En la zona se pueden encontrar la mayoría de los cultivares considerados como principales en la comunidad y aunque no todas las castañas propias de O Courel ofrecen el mismo valor gastronómico y comercial, esta diversidad genética confiere a a los soutos de la sierra un especial interés.

El botánico Emilio Blanco Castro, en su libro El Caurel, sus plantas y sus habitantes -publicado en 1996- mencionaba doce variedades denominadas tradicionalmente calvoa, courelá, luguesa, marela, parede, presa, raigona, rapada, repunta, revolta, verdia y vilachá, a las que se añadía la llamada brava, nombre que reciben las que se crían en castaños asilvestrados y no injertados. El ingeniero de montes y catedrático de la USC Francisco Rigueiro, director de la Estación Científica do Courel, coincide que en la sierra hay en torno a una docena de tipos principales, aunque puntualiza que -como ocurre en otros lugares-, los nombres tradicionales pueden inducir a confusión, ya que dependiendo de las localidades se puede llamar de la misma manera a dos variedades diferentes o bien dar denominaciones distintas a una misma variedad.

Otras utilidades

A juicio de Rigueiro, aunque de cara al futuro sea interesante seleccionar variedades que produzcan frutos de buen calibre y sabor, todas las variedades de la sierra merecen ser conservadas.

«Hai que ter tamén en conta que algúns cultivares de castiñeiro destacan por criar castañas moi sabrosas, como poden ser a presa ou a parede -explica-, pero hai outros que aínda que non dean froitos de moita calidade producen unha boa madeira, e en tempos tamén se escollían por ese motivo». El ingeniero añade que otras variedades -como la negral, llamada courelá en la zona- son especialmente importantes como polinizadores y por tanto tienen un gran interés para la conservación de los soutos.

La diversidad de variedades también es considerada como un importante valor por Orlando Gregorio Álvarez, miembro del colectivo ecologista SOS Courel, biólogo de formación y cultivador de castaños. Álvarez puede mencionar de memoria numerosos tipos locales de castaña, unos más antiguos y otros más recientes -rapada, presa, verdeal, amarela, parede, raigona, revolta, vilachá, calvoa, courelá, vermella, pozorredondo, luguesa, chantadina, monfortina, branca de Froxán, branca de Paderne...-, pero puntualiza que en la zona hay posiblemente bastantes más.

Por otro lado, Álvarez opina que la sierra «pode funcionar como unha reserva xenética, porque no resto de Galicia a maioría das árbores están contaminadas polo pole dos castiñeiros xaponeses e iso aquí non sucedeu». De hecho, agrega, «os responsables dos viveiros veñen agora a buscar os castiñeiros do Courel para facer enxertos, porque os de aquí non están hibridados».