Carmen Moral es ya una veterana en el mundo del diseño de jardines. Hace diez años que trabaja desde Vilagarcía con su empresa Troquiña en pequeños espacios públicos y zonas residenciales. Pero en 2012, aprovechando el frenazo de la crisis, decidió matricularse en el máster de Arquitectura da Paisaxe que imparte la fundación Juana de Vega y, como trabajo de fin de curso, afrontó el proyecto de un jardín botánico para la Universidade de Santiago en el margen izquierdo del Sarela. Su trabajo le valió una matrícula de honor y ahora, uno de los premios más prestigiosos de España.
-¿El premio tiene dotación económica?
-No. Solo es prestigio. Pero dentro del sector todo el mundo lo conoce. Es importante porque te da seguridad en lo que haces. Mi trabajo tiene un componente creativo y que te lo reconozcan facilita que puedas seguir evolucionando.
-¿Qué destacaría de este proyecto premiado?
-Quise hacer un proyecto flexible, socialmente activo, que no estuviera encorsetado y que fuera lo más dinámico posible. Un parque que sea para todo el mundo, que vaya la gente porque le guste; a escuchar música porque se programen conciertos; a ver una exposición o a leer un libro y, por supuesto, a quien le guste la botánica, que tenga un sitio de referencia. La otra idea fuerza fue dar prioridad a la riqueza botánica local, que es abundante. En cualquier caso, la zona ya tiene una gran potencialidad.
-¿Lo ha propuesto a la Universidad?
-La verdad es que no. Lo defendí en el máster y sé que lo conocen profesores universitarios, pero no está presentado formalmente a la Universidad. En realidad, por intervención y presupuesto es un proyecto muy ejecutable. El jardín botánico ya tuvo un proyecto efectuado en los años 90 y que no se llegó a ejecutar.
-Usted tiene una empresa que trabaja con particulares. ¿Tenemos en Galicia bonitos jardines o hay mucha horterada?
-Bueno, humm. Digamos que nos queda todavía bastante camino por recorrer. El jardín es un elemento que queda siempre para el último momento y con pocos recursos, cuando habría que darle mucha más importancia a la hora de afrontar la construcción de una casa. Yo diría que no podemos ser pesimistas. Al fin y al cabo no hace falta mucho dinero para hacer un jardín guapo con espacios de calidad.
-En general, ¿tenemos en Galicia un problema con el paisaje?
-Somos poco sensibles con el paisaje, sí. Creo que es un problema de sensibilización y, en ese sentido, estamos avanzando. Desde la propia Administración se está haciendo un esfuerzo y creo que cada vez somos más conscientes del problema. Tendremos que esperar un tiempo aún, pero el buen gusto también se contagia.
-Ofrezca algún consejo a los lectores para diseñar un jardín bonito.
-Hay que pensar en el jardín como un lugar dotado de estancias. Es decir, no solo que sea bonito, sino que tenga capacidad para soportar distintas actividades, para comer, para leer, para jugar. A la hora de hacer un buen diseño hay que tener en cuenta esas actividades; pensar en las circulaciones; por donde se sale, donde se guarda el mobiliario... Y que el mantenimiento no sea muy dificultoso. Eso se arregla con un buen diseño.