Un hecho que aún necesita confirmación

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

18 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Este trabajo ofrece nuevas pistas sobre algunas de nuestras preguntas más básicas: ¿Por qué existimos? ¿Cómo empezó el universo? Estos resultados no solo son una pistola humeante para explicar la inflación cósmica, sino que también nos dicen que la inflación tuvo lugar y lo poderoso que fue el proceso». El físico teórico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, fue uno de los que ayer saludaron efusivamente un hallazgo que otros de sus colegas calificaron de revolucionario.

Entre tanto entusiasmo, el físico de la Universidade de Santiago Javier Mas Solé opta por mantener la prudencia. Aclara en principio que lo que se ha observado «no es una evidencia directa de las ondas gravitacionales, sino que son medidas indirectas». «Podría decirse -explica- que lo que han captado es una fotografía estática de los efectos que han producido, un fotograma que es consistente con que lo observado pueda ser una onda gravitatoria. Pero lo realmente revolucionario sería una prueba directa, que la onda mueva uno de los detectores que existen en tierra».

José Edelstein, también físico teórico de la Universidade de Santiago, explica que evidencias indirectas de la existencia de ondas gravitacionales ya fueron observadas en el pasado en estrellas binarias. En todo caso cree que es un hallazgo relevante que habrá que confirmar.

Para Tom LeCompte, un físico especialista en altas energías en el CERN de Ginebra, el avance es «extraordinario e inspirador» y, de demostrarse, merecerá el Nobel, ya que permite ver lo que pasó «en el primer instante después del big bang».