Ramírez, 320.000 euros después

nacho mirás SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

monica ferreirós

El Ensanche estrena el parque intergeneracional más moderno

28 may 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Que levante la mano el primer padre que, habiendo llevado a sus hijos al antiguo parque de Agros de Ramírez -lo de antiguo es un decir, pues se inauguró en el 2005- no hubiera sentido ese pánico que se produce cuando un padre, una madre o un abuelo pierde de vista a un hijo o a un nieto. Desde ayer, eso se acabó. El propio alcalde de Santiago, Ángel Currás, que inauguró el recinto, justificaba la urgencia de una remodelación en la que se han invertido 320.000 euros en los problemas de seguridad que provocaba el parque viejo, «donde los niños, si te despistabas -dijo- podían llegar perfectamente al párking subterráneo».

El nuevo Agros de Ramírez ha sido pensado como un espacio intergeneracional. El área más grande se reserva a niños desde uno a doce años. En sentido longitudinal a las calles Rodríguez Carracido y Diego de Muros se han instalado aparatos de gimnasia para adultos que, por lo que se podía oír ayer, han sido bastante bien recibidos por los vecinos de mayor edad.

Además de la gran superficie de juegos, llama la atención la gran cantidad de plantas que se han colocado en parterres cerrados en acero corten, con un acabado oxidado especial. «Aínda que mancha», decía alguien. Y es verdad, pero no han sido diseñado para sentarse, para eso están los bancos.

En la zona infantil, el gran tobogán de acero inoxidable es la estrella. A las 17.30 horas de ayer, media hora después de abrirse el recinto, la cola de niños de Cluny esperando a deslizarse por el artilugio era larga. Hay una cama elástica que también ha tenido muy buena acogida. Una araña enorme pensada para que los niños trepen y realicen juegos participativos encendiendo o apagando las luces que tiene en distintos puntos de sus patas. En la inauguración de ayer, la única que se atrevió a trepar fue la concejala María Pardo.

El alcalde observó y atendió a las explicaciones de los técnicos, aunque evitó subirse a los columpios. Hacía bien, por otra parte, ya que se supone que los aparatos no están diseñados para mayores de doce años.

Brais, un niño de la zona, se llevó el mérito de meterle un gol al mismísimo regidor de la capital de Galicia, al que se vio bastante suelto frente a los palos en el arte de encajar tantos. El suelo está tapizado con caucho y con hierba artificial, de manera que el riesgo de lesionarse disminuye considerablemente. El falso césped también se ha instalado en la pista deportiva, dotada tanto de porterías como de canastas. El concejal Francisco Noya se preguntaba, no sin razón, si una pelota de baloncesto botaría sobre este tipo enmoquetado sintético.

La devolución del cruceiro a Agros de Ramírez ya ha generado controversia. Aunque era un elemento muy reclamado por un grupo de vecinos -es una pieza de cemento de los años 60 colocada sobre un pilar y tres bloques de piedra-, para otros no pega nada en el nuevo entorno. Pero entretiene.

La corporación ha tenido el detalle de dejar la placa de la anterior inauguración, la que hizo Bugallo en el 2005. A unos metros de distancia se ha colocado la que da fe de la reinaguración de ayer, «sendo alcalde de Santiago Ángel Currás Fernández». El duelo de placas dará un debate muy interesante, seguro, dentro de cincuenta años.