Los estudiantes hacen un escrache al rector de la USC

La Voz

SANTIAGO CIUDAD

Cerca de un centenar de alumnos lo han seguido por la zona monumental y Galeras

23 may 2013 . Actualizado a las 12:25 h.

Que el rector de la USC, Juan Casares, acudiese a un acto organizado en la Facultade de Historia, donde los alumnos permanecen encerrados desde hace más de una semana para protestar por la escasez de plazas de biblioteca, no presagiaba nada bueno. Finalmente, lo que en un principio parecía una protesta más del colectivo estudiantil reclamando más puestos de estudio, acabó convirtiéndose en un escrache en toda regla cuando alrededor de un centenar de estudiantes comenzaron a seguir a Casares desde que salió de Historia. Al grito de «Casares hai que ir marchando» y coreando otras consignas los alumnos lo acompañaron por una ruta que incluyó la plaza do Obradoiro y la zona de Galeras. Finalmente, y tras casi una hora de recorrido, el rector optó por coger un taxi a la altura de la Facultade de Medicina.

Según explicaron los estudiantes al final de la protesta, a la puerta de Historia el rector se comprometió a abrir la vía de diálogo con ellos sobre el conflicto enquistado de las plazas de biblioteca, que según recuerdan los alumnos son insuficientes para cubrir la alta demanda de puestos de estudio en época de exámenes, por lo que han tomado la determinación de «autoxestionar» su propio espacio en las aulas de Historia. Ya ha habido algún contacto en este sentido esta semana, pero no se ha llegado a acuerdo.

Las reclamaciones estudiantiles están claras: la retirada de los tornos de la biblioteca Concepción Arenal, que se pondrán en marcha de forma definitiva el lunes, y la apertura de una biblioteca 24 horas, por ejemplo la propia Concepción Arenal, así como que se abran otras en la zona monumental hasta tarde, como la biblioteca Xeral, y Filosofía e Historia funcionen dependiendo de la demanda. La petición en definitiva, es que se abran todos los puestos que sean necesarios para evitar aglomeraciones y colas.

El vicerrector de Estudantes, Francisco Durán, explicó tras el primer fin de semana de encierro -en el que se dieron cita unas 200 personas- que el coste de mantener abiertas las bibliotecas es muy alto y que la USC había optado por abrir aulas extra en el caso de que sea necesario. Según los datos que maneja el equipo de gobierno, el colapso suele ocurrir hasta las 22 horas, momento en el que la afluencia cae en picado hasta el cierre de los centros de madrugada.