«A inactividade mátame»

SANTIAGO CIUDAD

La matemática Rocío Leira gana concursos literarios con tal facilidad que ya ha perdido la cuenta de los que lleva

18 dic 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

Rocío Leira Castro (A Pereiriña-Cee, 1979) rompe cualquier maniqueísmo entre científicos y literatos que pudiese existir. «Para min sería como elixir entre un pai e unha nai», dice. Por eso estudió matemáticas, dirige una academia en Santiago en la que forma fundamentalmente a ingenieros y estudiantes de carreras técnicas, pero por lo que aparece casi todas las semanas en los periódicos de la Costa da Morte es por los concursos literarios. Los gana con tal facilidad que ya ha perdido la cuenta de los que lleva. «Non sei. Debería ser máis ordenada e apuntalos, pero van máis dun cento. O último foi o do Colexio de Psicólogos, na categoría de narrativa, cun relato que se titula Recunchos incólumes», cuenta la profesora y empresaria ceense, que recibió su primer galardón en el colegio con seis años y desde entonces no ha parado de escribir.

Su técnica es clara: «Sigo o primeiro impulso. Cando me poño, saénme os relatos en media hora ou así e non os reviso en exceso, porque son demasiado perfeccionista e nunca me acaba de gustar de todo ningún, co cal, se lle fago caso, estaría continuamente cambiándoos e non remataría nunca». Por eso prefiere «aproveitar cada momento» que le dejan sus ocupaciones para completar una pequeña pieza y pasar al siguiente trabajo porque de parar no entiende: «A min a inactividade mátame», asegura.

Pese al reconocimiento obtenido, no tiene grandes aspiraciones y ni siquiera está convencida para embarcarse en un relato largo «porque ese é un camiño sen retorno. Os concursos son anónimos. Se gañas ben, e se non, non pasa nada. Nunha novela, por exemplo, xa expós algo de ti. Todo o mundo coñece ao autor e non atopo motivación para iso. Quizais, como me dixo unha compañeira, o feito de que un editor quixese arriscar os seus cartos comigo -aí sáeme a vena empresarial- podería chamarme, pero de momento, non é suficiente».

La escritora ceense, que todavía se toma el mundo de la literatura como un simple entretenimiento, querría formarse más en la materia «para coñecer os entresixos da linguaxe», pero no dispone del tiempo necesario con lo que, de momento, se conforma con seguir leyendo, «sobre todo novela policíaca» y cosas que la entretengan porque «queda mal dicilo» pero, para ella, no hay libros mejor escritos pero no tramas que la cautiven más que «as de Agatha Christie».

Hace ahora tres meses se fracturó una pierna por tres sitios distintos y al día siguiente tuvo a su primera hija por cesárea, con lo que se ha pasado una buena temporada en cama, casi sin poder moverse; pero aun así no ha perdido la sonrisa, ni las ganas de trabajar. «Son moi optimista e nin sequera así deixei de escribir, aínda que hei que recoñecer que o feito de non ter nada que facer -por así dicilo, porque atender á nena xa é dabondo- non me foi nada bo para a literatura, porque realmente funciono moito mellor cando estou baixo presión», reconoce.

EN Santiago de Compostela UN lunes DE 20.30 a 21.30