Las guías turísticas ignoran los doce petroglifos de Compostela

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Turgalicia y la oficina de Santiago solo nombran el Castriño de Conxo

24 ago 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

análisis el estado del patrimonio prehistórico

La denuncia partió hace unas semanas de la asociación cultural A Gentalha do Pichel y ahora el Concello investiga una supuesta agresión, en forma de agujero de cinco centímetros, a los petroglifos del Castriño de Conxo, muy valiosos por el tipo de representaciones. No son los únicos en Compostela.

¿Qué son?

Se trata de grabados sobre roca. Los expertos en Prehistoria distinguen tres grupos de grabados: los que se hallan en el interior de las cámaras de los monumentos megalíticos, los que se encuentran en cistas de la Edad de Bronce y los más comunes, los petroglifos al aire libre, que se encuentran sobre rocas, normalmente de naturaleza granítica, y repartidos por todo el territorio galaico-portugués, aunque son más habituales en el cuadrante suroeste. La concentración es especialmente intensa en la zona costera de la provincia de Pontevedra.

¿Cuántos hay en Compostela?

El Catálogo de Bens Culturais del Plan Xeral compostelano recoge un total de 13 de grabados al aire libre en diversas zonas del municipio. Además del del Castriño de Conxo, están catalogados con el nivel 1 de protección -Ben de Interese Cultural- los petroglifos de Monte Vilastrexe, Barrosa (Roxos) do Rexio (A Portela), del Monte Pedroso, de Correxíns, de Codesedas, de Tras Igrexa, da Pedra que Fala (San Xoán de Fecha) de Prisanseira (A Silvouta), de Monte Aberto (Roxos), do Campo (Figueiras) y de Chans de Figueiras (una referencia sin confirmar con nivel 3 de protección).

¿Qué representan?

Especialmente impresionantes son los grabados del Castriño de Conxo y A Pedra que Fala. Los primeros, porque representan armas, algo no muy común en el arte rupestre de Galicia. En la roca se pueden observar un puñal, varias espadas y alabardas, lo que ha permitido datar los petroglifos, algo que tampoco es muy usual, en el tercer o segundo milenio antes de Cristo. Además, hay otra serie de figuras que algunos interpretan como ídolos antropomorfos, otros como hachas o escudos y hay quien los considera carros. Por su parte, el de A Pedra que Fala es uno de los pocos casos en los que los grabados, compuestos por cuatro grupos de dibujos con formas circulares se realizaron sobre una piedra casi vertical. Lo habitual es que las representaciones se realizasen sobre rocas horizontales. El resto de petroglifos están conformados por formas circulares concéntricas (Monte Aberto, Tras Igrexa, Correxíns y Monte Pedroso) y por cazoletas (Codesedas, petroglifo do Rexio, petroglifo da Barrosa, Vilastrexe, petroglifo do Campo y Prisanseira).

¿Existe alguna ruta o guía para visitarlos?

La única referencia turística es una página en la web de Turgalicia que, de todos modos, solo hace referencia al petroglifo del Castriño de Conxo, el de mayor importancia del municipio. La oficina de turismo de Compostela carece de material editado sobre el patrimonio prehistórico de Compostela. Sin embargo, sí nombran tanto el Castriño de Conxo como los petroglifos del Monte Pedroso y buscan documentación bibliográfica sobre los grabados. Lo cierto es que existe un tríptico, editado por A Gentalha do Pichel, que permite localizar y visitar cinco de estos petroglifos (Castriño de Conxo, A Pedra que Fala, Correxíns, petroglifo do Pedroso y Tras Igrexa), que la propia entidad señalizó para facilitar su visita. El folleto, con el nombre Compostela gravada na pedra, da las indicaciones necesarias para llegar y realiza una explicación pormenorizada de las representaciones que se pueden observar en la roca.