Vigo construye el calorímetro del acelerador de partículas alemán

Soledad Antón García
Soledad Antón VIGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Oscar Vazquez

El grupo universitario del profesor Vilán ultima el demostrador

03 ago 2012 . Actualizado a las 09:41 h.

El corazón de uno de los mayores proyectos mundiales de investigación en física que se están desarrollando en este momento, el acelerador de partículas de la ciudad alemana de Darmstad, se está construyendo en Vigo. Detrás de tan ambiciosa tarea está CIMA, el grupo de investigación de la Universidad que lidera el profesor José Antonio Vilán.

Dicho grupo es el encargado de montar la parte estructural mecánica del calorímetro, el aparato en cuyo interior se produce el impacto nuclear, donde chocan los átomos. «Puede decirse que estamos haciendo el alma del acelerador», afirma Vilán. Cuentan también con la colaboración de una empresa con sede en Coruxo, Europrecis, que realiza alguno de los componentes.

FAIR, que es como se ha bautizado el proyecto del acelerador alemán, tendrá una potencia comparable al CERN de Ginebra. La principal diferencia es que mientras este hace ensayos con partículas ligeras, el de Darmstadt ensayará con partículas pesadas, que son más fáciles de acelerar. El estado de Hesse dio el pasado junio autorización para construir los ocho anillos subterráneos de aceleración de un máximo de 1,1 kilómetros de circunferencia.

En total están trabajando en el proyecto 3.000 investigadores de 50 países, entre ellos una docena de vigueses. El puntero centro científico GSI alemán llegó a ellos a través del grupo de física nuclear de la Universidad de Santiago, que es el que ha recibido el encargo de coordinar el diseño del calorímetro a nivel mundial. El equipo compostelano, a su vez, precisaba otro que fuese fuerte en mecánica, y ahí es donde entra Vigo.

Según explica Vilán, se trata de una estructura muy compleja «y muy cara, ya que está hecha en fibra de carbono de un espesor similar a una hoja de papel, lo que le confiere extraordinaria ligereza».

Fases

En lo que al calorímetro concierne, el apartado en el que CIMA trabaja desde 2008, consta de tres fases. La primera, ya concluida, fue la construcción de un pequeño aparato para realizar los primeros ensayos con los cristales. «No se puede uno arriesgar a que algo tan caro pueda no funcionar», señala Vilán, que añade que en estos momentos están trabajando en la segunda fase, el demostrador, esto es, un primer calorímetro de prueba que entrará en funcionamiento en 2014. El definitivo no estará listo hasta 2017.

El coste del acelerador de partículas está presupuestado en 1.200 millones de euros, de los que 25 corresponden al calorímetro.