La USC suavizará la aplicación de la norma de permanencia este año

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Dejará cursar cuarto con pendientes de primero y cambios de matrícula

18 jul 2012 . Actualizado a las 07:00 h.

La norma de permanencia de la USC ha entrado en vigor y lo ha hecho con la misma oposición con la que vio la luz la primera vez, el 15 de junio del 2011. El DOG publicó ayer el texto, que será de aplicación el próximo curso. Y a las críticas sobre la figura del no presentado y la obligatoriedad de matricularse de las asignaturas suspensas ayer se sumó una nueva: la normativa ha entrado en vigor después de que se abriese el plazo de matrícula, el pasado 9 de julio. La voz de alarma la dieron los propios estudiantes. La responsable de campus de Comités, Inma García Escuredo, vaticinó un «caos» para arreglar la situación de los que han formalizado ya su matrícula ateniéndose a la normativa anterior, que no obligaba a repetir las suspensas. La principal preocupación es el verano, cuando los alumnos desconectan de la Universidade «así que haberá xente que se entere e xente que non».

De todos modos, la secretaria xeral de la USC, Lourdes Noya, aclaró ayer que estiman en mínimo el número de alumnos que no se ha enterado de los cambios y calculó que la inmensa mayoría de los que se matriculan a principios de curso son «alumnos de primeiro, polo que non teñen materias pendentes». De todos modos, la Universidade pondrá facilidades para que los estudiantes que deban cambiar su matrícula puedan hacerlo «tanto no período que se abre de modificación» como en otros plazos siempre que se justifiquen las causas y permitirá a aquellos que «teñen unha pendente de primeiro» matricularse en cuarto, por ejemplo. En conclusión, facilitarán la adaptación al nuevo texto.

Más protestas

Por su parte, los alumnos amenazan con nuevas movilizaciones, entre otras cosas porque a su juicio la aplicación de la norma supondrá el aumento del coste de la «práctica totalidade» das matrículas, según José Miguel Ramos, de Agir. El texto es una «tormenta perfecta» a tenor del aumento de las tasas para los repetidores.