Dos fallos en el experimento de los neutrinos más veloces que la luz

Raúl Romar García
R. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SANTIAGO CIUDAD

Uno de ellos fue causado por un cable suelto entre el GPS y un ordenador

24 feb 2012 . Actualizado a las 07:05 h.

Einstein ha resistido el desafío planteado por los neutrinos. Su teoría de la relatividad especial, la que postula que nada puede superar la velocidad de la luz, mantiene toda su vigencia. Al menos así se deduce del comunicado emitido ayer por el Centro Europeo de Investigación Nuclear (CERN) en el que admite que se han encontrado dos fallos en el experimento Opera, en el que participan más de 150 investigadores, que en septiembre del pasado año había detectado que los neutrinos -partículas subatómicas sin carga eléctrica- habían ganado por sesenta nanosegundos su carrera con la velocidad de la luz.

El CERN es muy aséptico en su declaración. Se limita a explicar que se han encontrado dos anomalías en el experimento que será necesario confirmar, algo que se hará a partir de mayo mediante nuevas mediciones con haces pulsados. Un posible error está relacionado con la sincronización de las medidas tomadas con el GPS -utilizado para determinar la distancia exacta recorrida por los neutrinos entre Ginebra y los Alpes italianos- y que, si se ratifica, significaría que se ha sobreestimado el tiempo que emplearon los neutrinos en su viaje. El segundo fallo provocaría el efecto contrario: una subestimación del tiempo en la trayectoria de los neutrinos, lo que significaría que la luz es más rápida que ellos. Esta anomalía se debe al mal funcionamiento del conector de fibra óptica que transmite la señal de GPS al reloj maestro del experimento Opera.

Planteado así, el CERN parece que no da más validez a un fallo que a otro, cuando sus efectos son completamente opuesto, pero la opinión generalizada de los físicos es que la segunda anomalía, la que demostraría que la teoría de Einstein sigue vigente, es la que prevalece. Así lo ha recogido la revista científica Science, que en un artículo habla claramente de que «una mala conexión entre un GPS y un ordenador es, sin duda, el origen del error». O, dicho de otra forma, un cable suelto es lo que habría provocado que la medición fuera falsa.

Para Bernardo Adeva, director del Instituto de Física de Altas Energías de la Universidade de Santiago y colaborador del CERN, aunque el organismo europeo plantea dos opciones, lo que hace en realidad es reconocer que Einstein, por el momento, tenía razón. «Mi impresión personal -apunta- es que han reconocido que hubo un fallo en el experimento. La gente que apostaba a que las medidas estaban bien parece que ha perdido».