Los hosteleros dicen que hay camas y las reservas se caen

A. Carcacía SANTIAGO/NEGREIRA | LA VOZ.

SANTIAGO CIUDAD

05 nov 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

La Asociación Hostelería de Compostela ha confirmado que todavía quedan plazas libres en los establecimientos de hospedaje de Santiago y de toda la comarca para este fin de semana. Por el momento y en contra de las expectativas que se habían creado previamente durante las últimas semanas, parece que se está rondando entre un 60 y un 70% de ocupación para estos dos días. Cuando falta una sola jornada para que se produzca la visita del Papa a la ciudad, aún es posible encontrar plazas hoteleras vacías para pasar los días de hoy y de mañana en Compostela.

Si bien es cierto que algunos hoteles y hostales están llenos desde hace ya algún tiempo, numerosos establecimientos tienen todavía menos del 50% de ocupación para la noche del 5 y para la del 6 de noviembre. Pese a la gran afluencia de visitantes que se espera para estos días, los primeros en ocupar espacio en el hospedaje de la ciudad han sido tanto los miembros de los diferentes medios de comunicación acreditados para la visita papal como los agentes de seguridad desplazados para cubrir todo el dispositivo y el recorrido desde el aeropuerto hasta la Plaza del Obradoiro.

A pesar de que algunas habitaciones han incrementado su precio medio entre un 15 y un 25% sobre la tarifa habitual, la mayoría de las plazas hoteleras disponibles en este momento se venden como tarifas de temporada baja y, por lo tanto, ofrecen precios muy asequibles.

El hotel Tamara, en Negreira, es uno de los establecimientos más perjudicados por las cancelaciones de última hora de agencias y centrales de compras, después de haber realizado reservas en el mes de enero para las noches del viernes y el sábado, coincidiendo con la visita del Papa.

Su gerente, José Antonio Caamaño, cree que pudo influir la competencia desleal que les supone el alojamiento en polideportivos de la capital de Galicia de forma gratuita, autorizado por el Concello de Santiago.

El hotel Tamara tenía reservada la totalidad de su alojamiento, unas 42 habitaciones y veinte apartamentos con camas dobles. Las reservas superaban el centenar de camas, pero hace cuatro días dos mayoristas cancelaron todas las reservas, por lo que lo único que les queda es una pequeña fianza que no alcanza ni los 400 euros. Para su dueño, lo peor es «sentirse impotente», porque no puede hacer nada, después de rechazar peticiones de agencias habituales o clientes particulares durante los últimos meses.

Su propietario denuncia que la legislación vigente «no contempla unas compensaciones acordes con las pérdidas para la hostelería tradicional», algo que sí existe en el sector de la navegación aérea o en el del turismo rural. Completo desde comienzo de año y en cuestión de horas, el hotel Tamara tiene ahora todo su alojamiento disponible, pero al final de mes deberá pagar igualmente las nóminas a sus quince empleados, dejando de ingresar del orden de unos 8.000 euros.