El gallego empezó pobre en la USC

Joel Gómez SANTIAGO/LA VOZ.

SANTIAGO CIUDAD

Un estudio sobre Carballo Calero reproduce su primera oferta, por importe de 8.400 pesetas anuales, para iniciar la enseñanza del idioma en el curso 1965-1966

27 jun 2010 . Actualizado a las 02:00 h.

En el curso 1965-1966, hace 45 años, empezó a enseñarse Lengua y literatura gallegas en la USC, como materia de quinto y último curso de la sección de Filología Románica, de la entonces denominada Facultad de Filosofía y Letras. Para organizar la docencia se pensó en Ricardo Carballo Calero, que era el director del Colegio Fingoi de Lugo, a quién le presentó una oferta el decano, Abelardo Moralejo Laso.

En el escrito, ahora reproducido facsimilarmente por el profesor Ramón Reimunde en el libro Cautivério de Fingoi , editado por la Diputación de Lugo, se dice textualmente: «casi no me atrevía a proponerle a V. el encargo de dicha materia por razones económicas agravadas por el hecho de no residir V. en Santiago. Porque me da vergüenza decirle que la remuneración por estas asignaturas con el nombre de encargos de curso u otros son 8.400 pesetas anuales [50,5 euros] o sea 700 mensuales [4,2 euros] por una clase alterna o tres horas semanales. Algo mejor estaríamos si se tratase de cátedra dotada, pues entonces se triplicaría».

Carballo Calero había publicado ya la primera edición de su Historia da literatura galega contemporánea , entre otros trabajos de interés, reunía méritos para el puesto y le interesaba: así lo había manifestado a Moralejo dos años antes, según consta en la misma carta. Y aceptó.

Ramón Reimunde afirma que de ese modo finalizó una etapa brillante en el colegio Fingoi. Entre 1950 y 1965, años en los que centra su investigación, desempeñó una actividad cultural muy intensa en Lugo, y promovió en aquel colegio un proyecto de enseñanza galleguista y progresista, que Reimunde ve muy novedoso y sorprendente para la época franquista. Entre el profesorado del que se rodeó están nombres como Xosé Luís Méndez Ferrín, Bernardino Graña o Arcadio López Casanova, ahora reputados autores de las Letras Galegas.

Para poder sobrevivir, lo que no le permitía la exigua paga de la USC, perteneció en los primeros años al claustro del instituto Rosalía de Castro.

Tras 15 años de estancia en Lugo comenzó así una etapa de casi un cuarto de siglo en Compostela, hasta que falleció en marzo de 1990. Su última residencia en la ciudad fue en la rúa Carreira do Conde, donde el Concello colocó una placa en su honor.

Centenario

En este período final contó con Ramón Reimunde entre su alumnado, al inicio de la transición. Y se mantuvo como uno de sus mejores discípulos. Considera que este libro es una contribución importante, pues «hai investigacións sobre a etapa de don Ricardo anterior á guerra de 1936, ou ao tempo que pasou en Compostela; no entanto, ese período de Lugo non tiña sido estudado e é ben interesante».

En el título elegido parafrasea Saltério de Fingoi , un conocido poemario de Carballo Calero, de quien en octubre se cumple el centenario de su nacimiento. Ramón Reimunde valora que «a don Ricardo non o trataron ben» después de jubilado, y considera que este eminente lingüista y reconocido escritor «ben merece que se lle dedique un Día das Letras Galegas para honrar o seu inmenso e valioso labor».