A once minutos para el final del partido, Gonzalo falló una pena máxima cuando su equipo ganaba 2-1
01 feb 2010 . Actualizado a las 17:54 h.El Compostela volvió a perder en San Lázaro y sigue sin ganar en casa esta temporada. Cayó 2-3 ante el Celta B en un partido que los santiagueses tuvieron muy a favor, ya que con el 2-1 en el marcador Gonzalo falló un penalti. Además, el Compos jugó la última media hora con diez (tarjeta roja para Petter), disputó el último cuarto de hora con nueve (expulsado Claudio) y el árbitro no quiso ver más que amarilla en los penaltis cometidos por los célticos Campillo y Sergio.
En la primera parte, Compos y Celta B aburrieron a los pocos aficionados que acudieron a San Lázaro. El Compos solo tuvo un par de oportunidades de Claudio e Iván, pero el Celta B se fue al descanso con ventaja gracias a un gol en estrategia de Richi, que cabeceó a placer ante la pasividad defensiva local en el saque de un córner. El filial puso más empeño en el juego combinativo ante un Compos demasiado nervioso e inseguro.
La segunda parte cambió por completo. Fabiano Soares movió el banquillo y cambió el esquema del equipo. Arrancó el segundo acto con dos debutantes: Tiko y Faneca. La entrada en juego del camerunés y del portugués le dio otro aire al Compos.
En su primera intervención, Tiko fue derribado en la misma línea de gol cuando iba a rematar un balón que se quedó perdido en el área. El colegiado señaló penalti, aunque le perdonó la expulsión a Campillo. Petter transformó la pena máxima y animó el desangelado ambiente del estadio santiagués.
Reacción local
Un minuto después, el debutante Faneca estuvo a punto de marcar en propia meta, al despejar un balón sin aparente peligro que casi sorprende al meta Pablo. Tras el susto, el delirio en la grada. Iván se fue por velocidad del lateral céltico y batió a Sergio por alto en su salida. En tan solo cuatro minutos el Compos cambió la decoración del derbi.
Tiko pudo sentenciar el partido a los veinte minutos de la reanudación. Se fue por piernas de su marcador en una contra del Compos, encaró al portero y le dribló con calidad, pero perdió la verticalidad y su centro no encontró rematador. Pero del 3-1 se pasó en un minuto en San Lázaro a la incertidumbre y al nerviosismo. El colegiado expulsó a Petter por un codazo a Richi y el Compos se quedó en inferioridad numérica la última media hora de juego.
Pese a todo, el once de Fabiano resistió bien, sobre todo porque el Celta B apenas supo inquietar. El filial vigués intentó cambiar la velocidad y la disposición, pero sin gran acierto. El técnico visitante, Milo Abelleira, efectuó dos cambios para dar mayor mordiente a su equipo y el Compos empezó a ceder un poco de terreno para conservar la ventaja y tratar de romper el partido en un contragolpe con la velocidad de Tiko.
Giro inesperado
Mediada la segunda parte, el derbi dio otro giro inesperado. El portero visitante Sergio derribó al lateral Rego dentro del área, el árbitro señaló penalti y el capitán local Claudio fue amonestado por segunda vez al reclamar airadamente tarjera roja para el infractor.
El Compos falló el penalti (mal lanzado por Gonzalo) y se quedó con nueve jugadores sobre el tapete de San Lázaro. Y todo esto a falta de algo más de un cuarto de hora para la conclusión del choque.
Fue un cuarto de hora intenso. Agobiante y eterno para los compostelanistas. Parecía escaso tiempo para los célticos, que apuraron todas sus acciones hasta el límite para sacar provecho de su superioridad y de los favores arbitrales.
Reacción visitante
El Compos defendió con todos sus efectivos cerca del área y el Celta B buscó las bandas para intentar la igualada, que llegó en una jugada de poca coordinación por parte de la zaga local. Álex, a seis minutos para acabar, empató el partido.
El Celta B se volcó sobre el área de Pablo y el Compos defendó con uñas y dientes el punto, aunque Iván tuvo en sus botas la victoria. En el último minuto se plantó ante el meta Sergio y no supo qué hacer con el cuero. Se emborrachó de balón y permitió una contra mortal. Pedro Vázquez, justo en el minuto noventa, asistió a Mateo, que fusiló al meta Pablo y dejó a los santiagueses sin premio.