El agua del baño de los bebés tiene hasta veinte fragancias alergénicas

SANTIAGO CIUDAD

En las muestras analizadas por la Universidade de Santiago se detectaron al menos seis fragancias alergénicas
En las muestras analizadas por la Universidade de Santiago se detectaron al menos seis fragancias alergénicas USC

Los agentes capaces de causar dermatitis se encuentran en productos comunes de aseo personal

21 mar 2019 . Actualizado a las 20:14 h.

Un cóctel de químicos en la bañera. Algo tan inofensivo como el baño puede convertirse en una auténtica amenaza para la piel de los bebés y, muy posiblemente también, para su sistema inmune. Un equipo de científicos del Departamento de Química Analítica, Nutrición y Bromatología de la Universidade de Santiago ha encontrado al menos veinte fragancias alergénicas en los cosméticos y productos de aseo personal que se utilizan de forma rutinaria en el cuidado infantil, tanto en geles y champús como en cremas, lociones y colonias.

El equipo ha desarrollado un método para identificar y cuantificar en las aguas de baño de los bebés las sustancias alergénicas más comunes, que ya está a disposición de los laboratorios europeos y del resto del mundo. En un primer trabajo analizaron ocho muestras con el objetivo de detectar quince fragancias susceptibles de producir alergias. Y en todas se hallaron restos químicos.

«Encontramos niveles francamente elevados y, en todas las muestras, localizamos un mínimo de seis fragancias alergénicas», explica María Llompart, coautora de un estudio que ha sido publicado en la revista científica Analytical and Bioanalytical Chemistry y que ha sido elegido por los editores como el artículo más destacado del mes.

En una segunda fase se analizaron treinta muestras, en las que se encontraron hasta 20 sustancias alergénicas empleadas comúnmente en el baño y aseo personal de bebés de edades comprendidas entre los seis meses y los dos años.

«La presencia y niveles de estos agentes químicos en las aguas de baño debería ser motivo de preocupación», indica Llompart, en especial porque «no es infrecuente que los bebés permanezcan hasta 15 minutos o más jugando cada día en el baño, y las vías de exposición a estos y otros ingredientes químicos no solo son por absorción dérmica, sino también por inhalación, y a menudo por ingestión, intencionada o no».

Ninguna de estas sustancias químicas, entre ellas el salicato de bencilo, el benzoato de bencilo, el linalol, la cumarina y el hidroxicitronelal, está prohibida por la legislación europea, que se limita a exigir al fabricante que indique su presencia en la etiqueta. Es obligatoria a partir de un máximo de un 0,01% del contenido del producto en los casos de geles o champús, y del 0,001% en el de cremas, lociones o colonias, ya que la permanencia en la piel de estos últimas fragancias es mayor.

Dermatitis

Esta sustancias «pueden estar permitidas por la ley, pero no es conveniente abusar de su uso», matiza María Llompart. Su utilización excesiva tiene como consecuencia principal la aparición de dermatitis, eczemas y otros procesos alérgicos en los niños, cuya prevalencia ha aumentado de forma considerable. Pero también pueden llegar a causar problemas en el sistema inmunitario o en el sistema nervioso central, como parece apuntar algún estudio reciente.

Uno de los agentes químicos utilizados en los productos de cosmética y aseo personal, el metileugenol, también perteneciente al grupo de estas fragancias, se prohibió en el año 2002 después de probarse en animales que podía tener efectos cancerígenos.

«La legislación, que está continuamente modificándose, va en muchos casos por detrás de los estudios científicos», subraya la química María Llompart.

El método de detección desarrollado por los químicos gallegos aplica por primera vez la técnica de la microextracción en fase sólida a la determinación de ingredientes de cosméticos y productos de aseo infantil.