Los asentamientos de Becerreá datan de hace 14.000 años

Fernanda Fullana

SANTIAGO CIUDAD

27 jul 2007 . Actualizado a las 02:14 h.

lugo | Las excavaciones arqueológicas de Becerreá concluyen esta temporada con la excelente noticia de que en las cuevas de Valdavara existieron asentamientos humanos paleolíticos hace al menos 14.000 años. Los yacimientos ancareses se suman así a las excavaciones que se realizan en Monforte y O Courel, para convertir el este de la provincia de Lugo en el nuevo referente del estudio de la prehistoria en Galicia.

Estos frentes de trabajo forman parte de un proyecto conjunto de las universidades de Tarragona y Santiago de Compostela, que dirige el catedrático Ramón Fábregas. El equipo de arqueólogos de Manuel Vaquero llegó a Becerreá de la mano de Susana Alonso, la codirectora de las excavaciones. Su padre, Carmelo Alonso, había recogido en los sesenta unos materiales en la cueva que parecían indicar la presencia de un yacimiento. Ahora, los investigadores han descubierto una segunda caverna que han denominado Valdavara II. Vaquero da por bueno el trabajo desarrollado durante las dos últimas semanas: «Teníamos dos objetivos; uno era confirmar que hubo ocupaciones paleolíticas, y el otro, localizar un yacimiento en Valdavara II. Ambos, cumplidos».

Hallazgos

Los trabajos de Becerreá se han estructurado en torno a Valdavara I y II, aunque aún está por determinar si se trata o no del mismo compartimento.

En Valdavara I las excavaciones se encuentran en un nivel de profundidad que corresponde al Bronce, con una antigüedad de 4.000 o 5.000 años. Se han clasificado un total de 500 objetos entre industrias de piedra, cerámicas y huesos de animales domésticos. Además, se han encontrado falanges, metatarsos y dientes de dos individuos humanos, uno adulto y otro infantil.

«Estos hallazgos son importantes porque en Galicia existen pocas dataciones y yacimientos», afirma Manuel Vaquero. Los expertos saben con seguridad que en Valdavara habitó el hombre del Paleolítico, ya que han encontrado objetos a los que, por su tipología, se les reconoce una antigüedad mínima de 14.000 años.

Valdavara II se encuentra oculta. La cornisa se ha derrumbado y para acceder habrá que retirar antes los grandes bloques calcáreos que conformaban el techo y que, aunque dificultan el trabajo de campo, favorecen la conservación de los restos. Según Vaquero, profesor en Tarragona, Becerreá guarda un potencial arqueológico notable, ya que la franja caliza que atraviesa el este de Galicia desde Vegadeo a Monforte, pasa por el concello ancarés y los suelos calcáreos, escasos en nuestra comunidad, permite la conservación de restos orgánicos durante decenas de miles de años.