Entrevista | Florencio Arce Vázquez Esta figura recibe cada vez menos protestas de su comunidad, lo que no significa que funcione mejor
25 nov 2006 . Actualizado a las 06:00 h.Hace ya diez años que la Universidad de Santiago creó la figura del valedor de la comunidad universitaria. Y desde entonces Florencio Arce Vázquez se encarga de atender las quejas de todos los estudiantes, docentes e investigadores. -Ahora es más simple porque tenemos abierto un formulario en Internet, así que nos las mandan por correo electrónico. Una vez aquí, se le comunica la aceptación o no de la queja y pido una información al órgano afectado. -Cuando presenta su informe de quejas al claustro universitario, ¿tienen en cuenta sus propuestas? -Yo creo que sí, pero cuando el problema supone tener que cambiar una normativa, lleva mucho tiempo, porque se tiene que implicar todo el profesorado. No es sólo que sea una comunidad amplia si no que es muy rara. -El número de quejas de estudiantes ha disminuido en el 2005 en relación con el año anterior, ¿quiere decir esto que las cosas funcionan mejor? -No, porque la situación no va a mejorar nunca. Cuando la situación va mejorando, la normativa cambia para mejorar la situación futura, por lo que nos movemos nosotros pero también se mueve hasta donde queremos llegar. -Entonces quizás se trate de una dejadez de los estudiantes. -Sí, porque el estudiante lo que quiere es resolver su problema inmediato, lo de resolver el problema en sí no se suele hacer. Eso de ser solidario se está perdiendo. -Tienen miedo a represalias de los profesores. -Sí, aunque en realidad no tendría por qué pasar nada porque supuestamente son profesionales pero para que nos vamos a engañar. -Se reserva el anonimato de las quejas? -No siempre es posible porque son cuestiones personales. Debo conocer también el punto de vista del profesor. -¿Cuáles son los mayores avances que ha visto usted en estos diez años en el cargo? - El caso de Derecho Romano. El hecho de que el alto número de suspensos se debatiera en un consejo de gobierno antes era inimaginable .