A CADEIRA | O |
02 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.NO TODOS volvemos, pero es como si lo hiciéramos. Porque en el campus universitario ya no se puede aparcar. En Área Central tampoco. Ya vuelven los horribles días grises -que deberían pasar a formar parte de uno de los principales factores en el inicio de la depresión-. Ya no hay mangas cortas. Ni sonrisas por qué sí. Ni felicidad gratuita. Porque llega el dichoso cumpleaños. El dichoso tic tac que un año te da igual pero el siguiente te altera un poco más. Por decirlo de manera fina. Las agencias inmobiliarias están a tope. Rebosan. ¿No se estaban acabando los universitarios? ¿No se vaciaba Santiago? Vuelven otra vez los exámenes de septiembre. Vuelve la selectividad. Se caen las hojas, se cae el pelo y se cae el ánimo. Eso sí, la vivienda sigue subiendo. Septiembre, el del aniversario de Ana Torroja, el del 11-S, el de treinta días sin un festivo. Sin un festivo! Al menos es uno de los meses pequeños. Al menos no es el terrible enero. Al menos ya es día 3. Al menos el ánimo es muy variable, y quizás la próxima columna sea para recordar los encantos de septiembre. Quizás.