Lucha vecinal contra «gigantes» eólicos entre Coristanco y Santa Comba

Emilio Forján SANTA COMBA / LA VOZ

SANTA COMBA

cedida

Un «megaparque» prevé construir aerogeneradores de 112 metros de altura a 500 metros de las casas

22 oct 2018 . Actualizado a las 05:05 h.

Un «megaparque» fragmentado en tres parques eólicos para aprovechar la popularmente conocida por los ecologistas como ley de depredación, la ley autonómica de fomento de iniciativas empresariales de la Xunta, que evita los farragosos estudios de impacto ambiental más exigentes, al declarar estos proyectos de especial interés con una tramitación prioritaria. Esta solo es una de las múltiples críticas que esgrimen desde el pasado verano más de un centenar de vecinos afectados y que se oponen a esta infraestructura. El promotor de los tres proyectos solicita la declaración de utilidad pública y urgente ocupación, pues al no superar individualmente los 50 megavatios de potencia, son tramitados por la Xunta.

Los parques de Bustelo (once molinos y 46 megavatios), entre

Coristanco y Carballo; el de Campelo, en Coristanco (once aerogeneradores y 42 megavatios); y el de Monte Toural, con 21 megavatios en cinco aerogeneradores, entre Santa Comba y Coristanco, son impulsados por Greenalia Power SL. El proyecto incluye la apertura de pistas, una estación en común y un tendido de alta tensión de 38 kilómetros que pasará por seis municipios para evacuar la energía hasta la gran subestación que Red Eléctrica posee en Mesón do Vento (Ordes).

Su puesta en marcha está prevista para antes del 31 de diciembre de 2019, según anuncia la propia compañía en su web. Entre los perjuicios que ocasionarían, los vecinos citan los relacionados con la salud, el bienestar o los derivados de la afectación a servicios básicos, tales como interferencias en la señal de telefonía móvil o la recepción de la televisión. En el caso de la parroquia xalleira de Castriz, los vecinos temen que afecte a particulares y negocios en una zona de emprendedores. Los dos aerogeneradores se levantarán muy cerca de la fervenza del río Mira, un paraje natural muy visitado, que temen perdería todo su encanto.

Irán al Parlamento

Este lunes concluyó el plazo de presentación de alegaciones y la plataforma vecinal NON eólicos Bustelo-Campelo-Monte Toural tiene previsto continuar con sus medidas de rechazo al proyecto:

«Levaremos a cabo unha recollida de firmas en contra da súa implantación, pois hai unha contestación social dos habitantes da zona, ao tempo que imos contactar con todos os grupos parlamentarios para expoñerlle a problemática destes parques supramunicipais, xa que atopámonos agraviados, pois antepoñen os intereses eólicos sobre os dereitos dos cidadáns», explica la portavoz, Carme Pardiño, quien lamenta la falta de información y dice no entender «a urxente ocupación por expropiación cando non hai un ben para os veciños».

De hecho, no ofrecen proyectos ambientales, de infraestructuras, sociales o culturales que beneficien a los vecinos «polo que mermarán as capacidades turísticas e naturais dun entorno cun humidal como é a lagoa de Alcaián, onde medra a Centaurea ultreiae, unha planta única no mundo que está en perigo de extinción». En algunos casos, los potentes aerogeneradores quedarán a menos de 500 metros de los núcleos de población afectados.

Para Xosé Calvo, quien regenta un negocio de turismo rural como es Casa do Ghabino, el único establecimiento de este tipo de Santa Comba, abierto en 2015, el proyecto no debería tener una afección tan directa en el medio natural: «Os dous eólicos, de 112 metros de altura, danarán a imaxe da fervenza. Non me ten cabida que os coloquen alí», al tiempo que critica que desde los concellos «non estean tomando toda a forza para evitalo e póñense de perfil ante os problemas», añadiendo que a las administraciones como la Xunta «tanto se lle enche a boca da aposta polo rural e están vendendo o país».

David Barbeira, vecino de Castriz, apunta a la falta de información del vecindario como uno de los principales factores del desconocimiento acerca del proyecto: «Preséntano como tres parques distintos, pero en realidade é un megaparque, e sitúano cerca das casas para evacuar a electricidade de maneira que lles compense economicamente. Incluso quen teña unha pensión non contributiva pódea perder porque deberán declarar os seus ingresos trimestralmente que reciban como contraprestación», lamenta este vecino, favorable a las renovables, «pero afastándoas das casas», concluye.

Incertidumbre sobre el futuro que puede correr la pista de ultraligeros

 

 

El club de vuelo Cambre, dirigido por José Antonio Taibo, fue la primera escuela en Galicia de pilotos de ultraligeros reconocida por Aviación Civil. Sus instalaciones se hallan en Castriz, y la elección de esta ubicación no fue al azar como bien reconoce su dueño: «Escogimos este sitio por sus buenas condiciones para volar, cerca de la costa de Bergantiños y sin obstáculos naturales», que ahora, sí lo podrían ser artificiales con unos aerogeneradores que superan los cien metros de altura.

«Los ultraligeros no pueden volar a más de trescientos metros de altura, por lo que rodeados de aerogeneradores que superan los cien metros, tendríamos un techo más pequeño para nuestros alumnos y los pilotos que quieren superar el examen. A ello tenemos que sumar que uno de los cables eléctricos del parque pasaría por uno de los bordes de nuestras instalaciones, por lo que ya solicitamos que sea subterráneo, o de lo contrario nos veríamos abocados a cerrar las instalaciones», según relata José Antonio.

Paralizada la ampliación

El club de vuelo Cambre preveía realizar este año una inversión para ampliar su pista de vuelo, pero de momento este proyecto está paralizado «porque todo esto nos ha creado una incertidumbre sobre el futuro de las instalaciones», que desconocen hasta qué extremo puede afectarles. Habitualmente, realizan vuelos con piloto que por sesenta euros permite recorrer la costa de Carballo y Malpica, durante una media hora. No entienden como se implantan parques eólicos en zonas habitadas y donde hay cierta actividad como puede ser la suya, máxime cuando hay lugares alejados de los núcleos con una menor afectación para los residentes.