Comercial Tojo cierra para volver con aire renovado y sin perder de vista su historia

Por Sonia Portela

ROIS

Sandra Alonso

Cristina Tojo quiere quitar «el aspecto de bazar y hacer una rehabilitación, que hace mucha falta»

25 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde hace unos días corren por las redes sociales mensajes de despedida y pesar por el cierre de un clásico de la rúa da Caldeirería, el histórico Comercial Tojo. Pero nada más lejos de la realidad. Cristina Tojo, nieta del fundador, aclara que se trata de una confusión. «Desde luego, mi intención es seguir al pie del cañón. No me puedo jubilar. Aún me quedan unos años, y siempre que pueda quiero mantener abierto el negocio histórico», apunta. La confusión tuvo que ver con sus palabras, en un vídeo promocional, en el que contaba lo «complicado que es mantener abierto un comercio en el casco histórico, y la competencia desleal que nos complica mantenernos abierto». Ese lamento, junto al aviso de liquidación, avivó la idea de un adiós definitivo. Sin embargo, Cristina Tojo tiene en mente todo lo contrario. «El local necesita una rehabilitación. No sé si se habrá hecho algo desde su apertura hace 107 años. Al menos, una cosa seria y profunda, no». Ahora, la idea de Cristina es liquidar toda la mercancía que sea posible y «cerrar un par de meses», para reabrir después «con un aire renovado, moderno, pero manteniendo la esencia histórica». Porque la salida de los comercios de la zona monumental, defiende, «no puede ser solo el cierre o convertirse en locales de hostelería». Cristina quiere apostar por el casco histórico: «Quiero quitarle este aspecto de bazar, con todo el respeto para los bazares, pero Comercial Tojo no puede ser un bazar». Explica que la historia del establecimiento, que forma parte de la trayectoria comercial de la ciudad, merece que «me tome muy en serio la rehabilitación, y tendré el asesoramiento del Consorcio». Comercial Tojo fue mudando su línea de negocio desde sus orígenes. En 1903, el abuelo de Cristina, con solo 28 años, puso en marcha la zapatería Tojo en el local que actualmente ocupa el restaurante A Curtidoría, porque se retrasaban las obras del solar que ahora acoge Comercial Tojo. Con la Guerra Civil, abandonó los zapatos «y cambió a menaje del hogar. Mi abuelo era un genio». En la actualidad, las lámparas siguen formando parte de los artículos que se venden en Tojo, pero solo como «homenaje al abuelo» que lo empezó todo. Después de las obras de rehabilitación, señala, «es posible que se centre la oferta». Ahora Cristina está dedicada a liquidar mercancía y fijar la fecha de las obras para que Tojo «no esté cerrado más de lo estrictamente necesario».

MERCE ARES

Centenaria en Rois

Pepa Boullón Rey, vecina de la aldea de O Faro, en la parroquia de Buxán del municipio de Rois, estrenó el año convirtiéndose en centenaria. Cien años muy bien llevados, salvo algunos achaques propios de la edad, como la movilidad de las piernas o problemas de oído. Pepa Boullón nació en la aldea de Moares, pero se casó para la de O Faro, donde tuvo dos hijos, a los que ahora hay que sumar cuatro nietos y otros tantos bisnietos. «Dentro do que cabe, leva unha vida case normal», dice su nuera Lourdes. Le gusta ver la televisión por las tardes y, en especial, un concurso de palabras. Pero, sobre todo, cuando está buen tiempo, le encanta estar en la galería de la casa, que tiene unas vistas espléndidas. Desde ese punto, además, observa la vida de la aldea y sabe, por ejemplo, cuántos coches llegan, incluido el autobús escolar. Pepa también «tolea» por estar con el bisnieto de dos años que vive en la casa y le gusta recordar cuando, siendo joven, «ía ao monte coas vacas» o cuando «traballaba o liño» y hacían piezas de ropa. Su nuera asegura que «nunca foi unha persoa de estar encerrada» y, quizás por ello, ese gusto de estar en la galería para admirar el paisaje hasta donde alcanza la vista.

PACO RODRÍGUEZ

Con Lema Rodicio

La capilla del Hostal dos Reis Católicos se quedó ayer pequeña para acoger un acto de reconocimiento con motivo de la jubilación del profesor Juan Manuel Lema Rodicio, presidente de la Real Academia Galega de Ciencias y profesor de Enxeñaría Química en la USC. La apertura corrió a cargo de Gumersindo Feijoo, vicerrector de Planificación e Proxección Estratéxica. También participaron la concejala de Educación, Noa Díaz, y la subdirectora xeral de Promoción Científica e Tecnoloxía Universitaria de la Xunta, María Jesús Tallón. El evento, precedido de un acto en el ETSE, contó con un cóctel de bienvenida con música de Anne Toming y cena en la capilla.