El municipio de Rois tiene en el campo de golf su principal atractivo y foco dinamizador

Uxía López Rodríguez
uxía lópez ROIS / LA VOZ

ROIS

MERCE ARES

Entre los grandes planes de futuro del club está convertir la casona en un hotel y construir 72 viviendas

08 jul 2018 . Actualizado a las 09:57 h.

Rois tiene en el campo de golf de Seira su principal atractivo, el que puso a este concello en el mapa de Galicia. Inaugurado en el año 1995 en el lugar de Seira, el club de golf Val de Rois es un elemento dinamizador de la zona y aspira a serlo todavía más cuando se materialicen proyectos tan importantes como convertir una antigua casona en hotel o construir más de 70 viviendas unifamiliares orientadas al campo.

De todo ello habla, y con pasión, el gerente del club desde hace dos años, Suso Suárez, quien señala que la mayor característica de Val de Rois es que es un «club familiar, onde o trato é excelente e onde se traballa para que a xente se sinta a gusto». Es, además, según añade, un club en el que «os nenos son fundamentais» y de ahí la creación de una escuela infantil que, en estos momentos, tiene más de 50 niños. Está dirigida por el profesor de golf Jacobo González, con el apoyo de Gonzalo Guisasola.

El campo ocupa una superficie aproximada de 25 hectáreas y dispone de nueve hoyos. En la actualidad tiene alrededor de 320 abonados y Suso Suárez destaca que «é un club moi aberto e asequible», de modo que considera que el «golf é para todos e todos os abonados son tratados por igual, independentemente da súa antigüidade ou actividade profesional», señala.

En los últimos dos años, el club vivió algunos cambios, dentro de la hoja de ruta que tiene marcada para convertirse «no mellor campo de golf do centro de Galicia», según su gerente. Por un lado, contrató personal: el propio gerente y un greenkeeper, Guillermo Barreras, que se encarga del mantenimiento del campo.

De este modo, el club hizo un esfuerzo por renovar todo el parque de maquinaria y, con ello, alcanzar un nivel de mantenimiento que «non ten nada que envexarlle a ningún outro campo, ata o punto de que é dos mellores de Galicia», en opinión del gerente.

También se retocó el diseño del propio campo porque había un «exceso» de árboles lo que, según explica, «dificultaba o xogo. Fixemos unha tala selectiva con varios fins: mellorar o xogo, facilitar o mantemento, darlle harmonía e beleza e diminuír o tempo de xogo», cuenta Suso Suárez.

El club también renovó la cancha de práctica y la iluminó de modo que, hasta las once de la noche, los jugadores pueden dar bolas en una trayectoria iluminada de 250 metros, siendo el único campo de Galicia que permite hacerlo.

Suso Suárez también destaca la inversión en la construcción de un nuevo putting green, que dice que es de los mejores de Galicia, y las obras de mejora de los vestuarios, la casa club, el salón o el restaurante, que ahora regenta un matrimonio con tradición hostelera en la zona de Santiago. Con ello, la «imaxe de campo rústico» que tenía hasta hace poco Rois desaparece hasta el punto de que este club «está de moda e os xogadores queren vir aquí porque o campo é un reto e está moi ben coidado, co que repiten», asegura su gerente.

De cara al futuro, los planes pasan, según Suso Suárez, por habilitar una doble salida en los hoyos; convertir el hoyo ocho en un par cinco; ampliar la calle del hoyo 4; hacer realidad el proyecto hostelero en la antigua casona y el de construcción de 72 viviendas unifamiliares orientadas al campo, en base a un proyecto del arquitecto José Luis Pereiro.

Un 15 % más de abonados en los últimos dos años

 

 

En la apuesta por los cambios y la mejora, Suso González quiere destacar el papel del presidente del club, Ramón Otero, «a persoa que fixo posible todo isto polo seu amor incondicional ao club e polo seu empuxe». Un empuje que también dan las propias cifras de crecimiento del campo: en dos años aumentó en un 15 % el número de abonados y hasta un 30 % las salidas al campo. A ello ayuda también la óptima ubicación del club y sus buenas comunicaciones por carretera, de modo que los abonados proceden de lugares muy dispares de Galicia.