Rois quiere convencer puerta a puerta a sus vecinos para que se empadronen

Uxía López Rodríguez
uxía lópez ROIS / LA VOZ

ROIS

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El Concello dirige la campaña a los que están sin censar y usan los servicios municipales

15 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Al igual que los concellos del entorno, Rois tiene en la pérdida de población uno de sus caballos de batalla. El último censo oficial fija en 4.627 el número de habitantes, confirmando la línea a la baja de los últimos años. «Non se inviste a tendencia dun ano para outro», asegura el alcalde Ramón Tojo quien expresa la «firme vontade» de su gobierno de trabajar para mejorar esos datos.

De entrada, el Ayuntamiento quiere poner en marcha una campaña casa por casa para tratar de empadronar a aquellas personas que residen en Rois y usan sus servicios pero que no están censadas. «Cónstanos que hai xente vivindo en Rois que non está empadroada», explica el alcalde.

Para ello, el Concello quiere ir puerta por puerta, «alí onde sabemos que pode haber persoas sen empadroar», para que lo hagan, añade Ramón Tojo. «Rois non está mal para vivir», agrega el regidor, quien menciona las buenas comunicaciones por carretera que tiene ahora el municipio, tras la mejora de la AC-301 entre Padrón y Aguasantas, la construcción del enlace con la vía N-550 en Pazos o las conexiones a la autovía Brión-Santiago en la zona de Urdilde.

El Concello es consciente de que el tema de la vivienda puede frenar el deseado crecimiento porque, tal y como explica el alcalde, «o pouco que hai ou se vende ou se aluga rapidamente». En este sentido el gobierno local está en trámites para adquirir una finca situada en las inmediaciones de la Casa del Concello, con la finalidad de que en la misma se puedan construir viviendas, con la posibilidad incluso de que puedan ser protegidas.

Asimismo, el ejecutivo municipal se interesó por la situación de un grupo de casas unifamiliares que están sin acabar en la zona de A Peroxa, cuya construcción se vio afectada por la crisis, para tratar de que se finalizaran y se pusieran en el mercado, como así sucedió con otras viviendas del lugar de O Sisto que, una vez acabadas, se vendieron enseguida, tal y como recuerdan desde el Concello.