Fallece Lydia Angueira, dueña de la famosa Pulpería Rial de Padrón, a los 70 años: «Un ser entrañable, cariñoso, humilde, humana...»
PADRÓN

El funeral de esta querida dodrense tendrá lugar mañana, a las 16.30 horas, en la iglesia de San Xulián de Laíño
16 jun 2024 . Actualizado a las 20:32 h.Esta mañana se despertó Padrón con una triste noticia. La emblemática Pulpería Rial compartía la esquela de su propietaria y fundadora, Lydia Angueira Viturro. Falleció este mismo domingo, a sus 70 años, una mujer que cosechó el cariño de sus vecinos y de los visitantes que la conocieron en su segunda casa, el santuario del pulpo padronés.
Nacida en Manselle (Dodro) el 8 de febrero de 1954, mostró ya desde niña ser una luchadora y llegó a jugar al fútbol cuando todavía no era nada habitual ver a mujeres chutando un balón. Se casó con otro dodrense, José Manuel Rial, de Tarrío, y ambos emigraron al País Vasco. Al nacer su primer hijo, José Manuel, regresaron a su tierra. Luego llegó la segunda, Begoña. Lydia empezó a trabajar en una conocida pulpería compostelana, O Tangueiro, donde aprendió todos los secretos de la preparación de este manjar. Y, el 11 de febrero de 1983, abría junto a su marido la Pulpería Rial, un emblema de la hostelería local visitado tanto por premios Nobel como Camilo José Cela como por deportistas de primera división, caras conocidas de la farándula y parroquianos.
Lydia fue pregonera de la Pascua de Padrón en el 2017, una decisión muy aplaudida en aquel momento. La hostelera recordaba entonces que su padre ya la llevaba a comer el pulpo por las fiestas de la capital del Sar, una tradición que ella seguía manteniendo y defendiendo: «Na Pascua sempre hai que comer polbo».
La dueña de la Pulpería Rial no solo dejó huella en la gastronomía, también a nivel social por su carácter, algo que quedaba ayer patente en el aluvión de comentarios sentidos y pésames que dejaron por escrito aquellos que conocieron a esta persona alegre, que disfrutaba con las inocentadas cuando llegaba el 28 de diciembre, Día de los Santos Inocentes. «Una mujer extraordinaria», «un ser entrañable, cariñoso, humilde, humana», «gran persona, maravillosa mujer, deja un vacío en Padrón», «gran mujer, trabajadora y luchadora con su enfermedad», «todo un ejemplo de superación y saber estar». Estas son solo algunas de las muestras de cariño que le dedicaron. En apenas tres horas, ya sumaba 200, y sus seres más cercanos destacan también que era «trabajadora, solidaria, excelente madre, esposa y abuela (sus dos hijos le dieron 6 nietos: Úrsula, Simón, Manuela y Victoria Rial; y Xoel y Antía Díaz).
La familia y allegados se despiden hoy de Lydia el tanatorio Iria-Flavia de Padrón, en la sala 2. De allí partirá mañana, lunes, a las 16.30 horas, hasta la iglesia de San Xulián de Laíño para celebrar su funeral y el entierro en el cementerio parroquial.