Otras dos mujeres se quejaron del médico de Padrón investigado por abusos sexuales

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

PADRÓN

En una imagen de archivo, la sede de la Consellería de Sanidade y del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en el complejo administrativo de San Lázaro, en Santiago
En una imagen de archivo, la sede de la Consellería de Sanidade y del Servizo Galego de Saúde (Sergas), en el complejo administrativo de San Lázaro, en Santiago XOAN A. SOLER

Figuran en el expediente que redactó el Sergas y elevan a cinco los casos ya conocidos

08 may 2022 . Actualizado a las 00:43 h.

Ya son cinco los casos conocidos de mujeres que han denunciado a un médico del centro de salud de Padrón por conductas inapropiadas en la consulta. Dos han llevado el caso al juzgado, que investiga ahora al facultativo por un presunto delito de abusos sexuales. Pero hay otras dos de las que nada se sabía y que figuran en el amplísimo expediente —casi 600 páginas— redactado por la inspección médica de Sanidade tras la investigación abierta para esclarecer los hechos.

El quinto caso, el de una mujer que expuso sus quejas contra el médico a través de las redes sociales, no figura en la querella judicial y la inspección médica ha propuesto archivar su reclamación por no poder descartar que esté condicionada e influenciada por el hecho de que días después de la consulta fuese conocedora de los rumores que circulaban por Padrón sobre el comportamiento del facultativo y sobre otras posibles víctimas. En este caso, en la consulta había ese día dos residentes que han declarado que no vieron nada inusual.

El médico ha denunciado por injurias y calumnias a esta última mujer, aunque la inspectora del Sergas deja claro en su informe que no observa una falsedad intencionada en su reclamación; tan solo una interpretación subjetiva de la exploración que le practicó el investigado por abusos sexuales «posiblemente suxestionada polos comentarios sobre o facultativo dos que foi coñecedora nos días seguintes á consulta».

Los sucesos que motivaron las quejas en los dos casos que están judicializados se produjeron el 18 de agosto y el 2 de septiembre del 2020. Los dos nuevos que ahora figuran en el expediente disciplinario abierto al médico son por hechos anteriores. En uno, son visitas a ese médico de una mujer entre el 16 de octubre y el 19 de diciembre del 2018. A la otra la vio entre mayo del 2019 y enero del 2020. El último caso es el de la que expuso su experiencia en redes sociales, y ocurrió el 23 de julio del 2021.

Tocamientos y vejaciones

Como en los dos casos que están en el juzgado, en estos dos nuevos incluidos en la investigación oficial del Sergas las mujeres también reflejan en sus reclamaciones tocamientos sin previo aviso en sus zonas íntimas en el marco de las exploraciones a las que las sometió. También consta el «trato prepotente e irrespetuoso do facultativo» y «situacións nas que as pacientes quedan nunha situación de especial vulnerabilidade e desprotección sentíndose humilladas».

La inspección médica, que da total credibilidad a las mujeres, destaca que todas ellas ofrecieron un relato coherente y que en ninguna existe afán lucrativo o de venganza, motivo este último que esgrimió el médico ante la jueza instructora para explicar que le hubieran denunciado.

En uno de los dos nuevos casos —el más antiguo y cuyos hechos podrían haber prescrito, según se dice en el expediente— la mujer acudió a consulta por una diarrea y asegura que el médico empleó expresiones como «¿qué tal tu culo?» o «¿qué tal cagas» y que le dio una palmada en las nalgas. La otra, aquejada de dolores de espalda y de cabeza, señala en su declaración que tuvo que soportar comentarios del tipo que no tenía nada, que «las mujeres sois así», «a las mujeres siempre os duele la cabeza» o que el dolor de espalda venía «de querer presumir poniendo tacones para provocar a los hombres». La paciente le hizo ver su malestar por estos comentarios machistas.

Comentarios machistas

No fueron los únicos, ya que cuando la paciente le explicó que los dolores y mareos que sufría le causaban dificultades a la hora de conducir y aparcar asegura que le dijo: «Pero eso es normal, las mujeres no sabéis conducir ni aparcar». Y ante el reproche que ella le hizo afirma que le contestó que él no era machista porque tenía mujer e hija para después apostillar «yo lo que estoy diciendo es la verdad, las mujeres solo queréis lucir y andáis provocando».

Como también señalaron las otras mujeres, esta también se quejó de que le hizo quedarse en ropa interior y que en una ocasión en la que acudió por infección vírica y un dolor que se irradiaba desde el tobillo hasta la nalga izquierda le pidió que se tumbase en la camilla y, sin previo aviso y sin informarle de la finalidad de la exploración, le abrió las piernas y le inspeccionó las ingles tocando también partes íntimas de la paciente, para después pedirle que se pusiese «a catro patas», así figura en el informe del Sergas, «colocouse detrás dela e retiroulle a braga tocándolle as cadeiras e movéndolle as pernas sen tela avisado nin informado previamente sobre o que ía facer e por que o facía», añade el expediente, que ya está en manos del juzgado de Padrón que investiga los hechos.

Para la inspección médica de Sanidade, tanto los hechos ocurridos en los dos casos judicializados como en estos dos nuevos que ahora salen a la luz, estos comportamientos pueden suponer faltas graves y muy graves. La redactora del expediente, cuya tramitación administrativa se ha paralizado al abrirse la vía judicial, también declaró esta semana en el juzgado como testigo y manifestó que ya había decidido proponer al médico para sanción.

Posible sexto caso

Desde que se hizo pública la denuncia en el juzgado de dos de las presuntas cinco víctimas de este médico de Padrón (que llegó a ser jefe de servicio del centro de salud), el abogado de las perjudicadas, Enrique León Carrasco, ha manifestado en todo momento su convencimiento de que existen más casos, por lo que ha solicitado que las afectadas se pongan en contacto con él. Esta misma semana, ha recibido la comunicación de otra posible víctima, que elevaría ya a seis los casos conocidos.

La propia instructora del expediente sancionador considera lógico que las afectadas tardasen en denunciar los hechos por el «sufrimento, angustia e mesmo vergoña que en moitos casos subxace á formalización dunha reclamación, así como as posibles inquedanzas derivadas do temor á difusión da identidade e perda de privacidade nunha localidade pequena como Padrón», por lo que considera que hay que tener en cuenta las «potenciais reticencias e dúbidas das pacientes á hora de denunciar a un profesional sanitario, e máis aínda se se ten presente que se trata do director do centro de saúde».