Una pareja de Santiago logra tras seis años de lucha que un banco le devuelva 4 euros de comisión más intereses y daños

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

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CEDIDA

«O diñeiro xamais compensará o gran esforzo para facer valer uns dereitos pisados», dice la pareja de Santiago que reclamó

02 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Seis años ha tardado un matrimonio de Santiago en recuperar cuatro euros de una comisión -más intereses y daños morales- cobrada de forma indebida por una entidad bancaria en la que la pareja abrió una cuenta que estaba exenta. «O culebrón da reclamación acaba de concluír. Non sen tempo...», dice el esposo, que es profesor y vecino de Santiago.

Todo comenzó en el año 2014, cuando el banco les anunció la imposición de comisiones a una cuenta que habían contratado en una oficina de Banesto -entidad que fue absorbida después por el Santander- en Padrón en el 2010. Tras reclamar, la entidad accedió a devolverle los 4 euros, pero el matrimonio, disconforme con cobrar la comisión «sen os intereses e prexuízos xerados polo incumprimento», decidió seguir reclamando.

Primero lo hizo en la vía civil y, agotada esta, recurrió a la judicial. En noviembre del 2018, un juzgado de Santiago condenó a la entidad por cobrar injustificadamente la comisión de 4 euros. El falló obligó al banco a devolver la comisión junto con los intereses legales, además de 60 euros por daños morales a causa del retraso en la restitución de los cuatro euros y de las molestias del «trajín» de la cancelación.

Pero, según el matrimonio, «estaba claro que o banco non estaba disposto a pagar coa mesma rapidez coa que cobrou a comisión improcedente no 2014». Pasados dos años de la sentencia firme, y tras «constatar en toda a súa extensión a falta de vontade do banco para dar cumprimento á mesma», el matrimonio presentó en febrero de este año una demanda de ejecución de la misma, «para obrigar ao banco ó aboamento dos 4 euros indebidamente cobrados como comisión», además de los intereses legales y 60 euros en concepto de daños morales (30 por persona).

Eso fue en febrero y, a principios del mes de abril, un empleado del banco le hizo entrega en metálico de los 68 euros. «O diñeiro xamais compensará o gran esforzo invertido para lograr facer valer uns dereitos pisados polo banco, pero sirve para demostrar, por unha banda, a inmensa desprotección do consumidor ante os abusos das entidades bancarias e, pola outra, que con moita constancia e perseveranza é posible chegar a resarcir tales dereitos, non sen superar tódolos obstáculos do mundo», explica el esposo.

Este recuerda que «non é preciso avogado nin procurador para reclamar xudicialmente importes que non superen os 2.000 euros. Pero todo depende das ganas e paciencia que se teñan», añade el hombre. En su caso, detrás de la lucha de estos seis años hay «un traballo moi grande» y un expediente de 400 folios.

El matrimonio quiere que su caso «sirva para animar a outros clientes a non achicarse ante o gran poder dun banco». El hombre, además, está trabajando, junto con otras personas, en poner en marcha una página web en la que, explica, se ofrecerá ayuda informativa «para quen o precise» en cuestiones relacionadas con «abusos de poder de empresas públicas e privadas», entre ellas entidades bancarias.