Silvana Becerra: «Nunca me arrepentín de empezar a traballar como vendedora da ONCE»

Uxía López Rodríguez
uxía lópez PADRÓN / LA VOZ

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MERCE ARES

La vecina de Padrón tiene plaza en A Estrada y es la mejor vendedora por la agencia de Pontevedra

27 dic 2019 . Actualizado a las 12:42 h.

Desde hace más de una semana, la padronesa Silvana Becerra Blanco, de 46 años, no para de recibir felicitaciones después de que la Organización Nacional de Ciegos (ONCE) la eligiera vendedora del año por la agencia de Pontevedra. Ella está feliz con la distinción, que no esperaba, y con el trabajo de vendedora, que desempeña en la zona de A Estrada y Cuntis. En abril cumplirá cinco años en este destino, después de empezar en el año 2011 trabajando para la ONCE.

Entró en la organización de la mano de una amiga y tras formarse en Fundosa, la división empresarial de la ONCE, después de que en 2001 le detectaran un tumor cerebral que le trajo muchos problemas de salud, entre ellos de visión. El equipo médico que la trató, para el que tiene una mención especial de agradecimiento, no daba nada por ella, según afirma, pero ahí está, feliz vendiendo el cupón de la ONCE y recibiendo el premio a la mejor vendedora del año.

Cuando su amiga entró a trabajar en la organización y le propuso a ella hacer lo mismo, Silvana Becerra pensó: «vamos a vender, que é o que fixen toda a vida», recuerda la vecina de Padrón que, hasta que enfermó, era dependienta en un comercio de la villa. En la ONCE, empezó trabajando para la agencia de Santiago, pero pronto la llamaron de la de Pontevedra de modo que, durante un tiempo, compaginó ambos destinos hasta que el segunda tenía más falta de personal y se quedó ahí, concretamente en la plaza de A Estrada y Cuntis.

«Estou xenial; síntome como na casa pola confianza da xente, a comodidade, as bromas; alí son unha máis», cuenta Silvana, quien asegura que tiene una clientela «fantástica» y una «plaza moi activa, xeitosa de vendas». A ello puede ayudar, dice la trabajadora entre risas, que «a vendedora é boa».

También confiesa que «nunca me arrepentín de traballar como vendedora da ONCE» porque, añade «nunca tiven unha mala experiencia e non podo contar nada malo», por lo que tiene previsto seguir haciéndolo, siempre que la organización quiera pero, teniendo en cuenta que la acaba de nombrar vendedora del año, es lo más probable.

A ese estar bien en el trabajo también contribuyen, según explica la premiada, sus dos compañeros de zona, de modo que asegura que «me sentín acollida dende o primeiro día». Todo ello se refleja en su labor diaria y de ahí la distinción que le acaban de conceder, de modo que la ONCE valora no solo las ventas, sino también «o don de xentes» (ella lo tiene desde siempre, sin duda) y la conexión entre público y compañeros, entre otros aspectos.

En cuanto a repartir suerte, reconoce que no da pasado de los 20.000 euros pero en ello está y no pierde la esperanza de algún día repartir millones de euros. Si hay algo que quiere destacar Silvana Becerra es la «labor social de dez que fai a ONCE. Non o podía imaxinar; para min a ONCE era comprar o cupón e desexar que che tocaran cartos, pero detrás hai todo un traballo que, ao coñecelo, me puxo a pel de galiña, sen contar que hai persoas que, pola súa discapacidade, non poderían traballar noutro lugar».

Habrá quien piense que aburrido es eso de vender cupones, pero Silvana asegura que es «todo o contrario», quizás porque no está todos los días en el mismo sitio, sino que se mueve por las zonas de A Estrada, incluido el polígono industrial. Allí está su trabajo, pero su casa está en su Padrón natal y recuerda que, en su primera entrevista para el puesto, les comentó que en la capital del Sar «síntome queridísima».

Cinco años después, la distinción le ha valido, además, para saber que también es apreciada en la zona de A Estrada y que lo sigue siendo en Padrón, a la vista de las felicitaciones en casa.