Confirmado, el tiempo cambia en Padrón

PADRÓN

Imagen de localidad coruñesa de Padrón tomada desde la AP-9. Al fondo ya se aprecian las nubes bajas.
Imagen de localidad coruñesa de Padrón tomada desde la AP-9. Al fondo ya se aprecian las nubes bajas. M.M

En situaciones de viento del norte, la localidad coruñesa marca el límite entre un cielo con nubes y despejado

08 jul 2019 . Actualizado a las 11:25 h.

En la orquesta de la atmósfera, el viento tiene la batuta. Su dirección define cada situación meteorológica. Por ejemplo, si sopla de componente norte, algo habitual cuando domina el anticiclón, es capaz de generar un notable contraste entre la mitad norte y sur de Galicia. «Las masas de aire cargadas de humedad procedentes del Cantábrico se encuentran con las sierras del norte de las provincias de Lugo y A Coruña, que obligan a esas masas de aire a ascender. En su ascenso se enfrían, pierden capacidad de retener vapor de agua y condensan en forma de nubosidad», explica Alberto Martí, climatólogo de la Universidade de Santiago y uno de los autores del libro Os tempos e o clima de Galicia que acaba de publicar Xerais. 

En el recorrido por el interior de la comunidad y en su descenso latitudinal y altitudinal, el aire se va recalentando, perdiendo humedad y resecando, por lo que la nubosidad va disipándose cada vez más, permitiendo que empiecen a abrirse grandes claros. Hay que sumar además el factor orográfico, que juega un papel fundamental a través del llamado efecto Foehn. «Tiene que ver con los cambios de temperatura y humedad que se producen entre dos vertientes, barlovento y sotavento. Cuando una masa de aire húmeda se ve obligada a atravesar una barrera montañosa, como las sierras del norte de Galicia, que tienen en torno a los mil metros de altitud, se enfría, condensa y forma nubes. Sin embargo, en la parte de sotavento, las masas de aire que descienden se calientan y resecan», comenta Martí.

Con esta configuración, hay una localidad que ejerce de frontera meteorológica. En un trayecto de A Coruña a Vigo resulta frecuente salir con un cielo con nubes que van a desapareciendo con cada kilómetro que se consume. Al llegar al municipio coruñés de Ordes, el azul ya le ha comido suficiente terreno al gris, pero es en Padrón, donde la nubosidad desaparece por completo. «Padrón está ya a nivel del mar, y en una latitud lo suficiente meridional para que la nubosidad que se forma en la mitad norte de Galicia se disipe casi por completo en un alto porcentaje de los días de nordés en el espacio comprendido entre Santiago y Padrón», reconoce.

Este contraste no solo se percibe en el estado del cielo. El aire que desciende por sotavento se calienta a razón de un grado por cada cien metros. La diferencia térmica entre un lado y otro de las zonas altas puede llegar a ser de diez grados. Esta situación se invierte cuando el viento sopla del suroeste, algo que ocurre con frecuencia en invierno. La humedad y las bajas temperaturas se concentran en la costa sur gallega mientras que en la costa norte, sobre todo en A Mariña, hay más insolación y calor.