Herbón celebra con éxito la fiesta del pimiento

Uxía López Rodríguez
Uxía López PADRÓN / LA VOZ

PADRÓN

Sandra Alonso

Cientos de personas degustaron las raciones servidas por la organización

05 ago 2018 . Actualizado a las 09:10 h.

La sombra de la carballeira del convento franciscano de Herbón, en Padrón, ha sido hoy el complemento ideal para celebrar la fiesta del pimiento, que cumple cuarenta años. Hasta Herbón se han desplazado cientos de personas, entre ellos muchos turistas, para degustar los casi 1.000 kilogramos de pimientos servidos por la organización y acompañados de cachelos y pan de maíz.

Antes, casi 30 tractores de gran y pequeño tamaño han desfilado hasta las calles de Padrón en una procesión agrícola motorizada y engalanados con motivos relacionados con el pimiento y el convento franciscano. De vuelta en Herbón, el presentador de la fiesta, el locutor de Radio Valga Héctor Bermúdez, dio entrada al pregonero, el crítico musical y cinematográfico de la radio y televisión pública gallega, Moncho Lemos, que ha animado a seguir celebrando la cita gastronómica, que calificó de auténtica y genuina. También ha instado a defender el auténtico pimiento de Herbón. 

Mientras el pregonero hablaba, los miembros de la comisión organizadora de la fiesta, integrada por vecinos y presidida desde hace tres años por Alejandro Ferro, han encendido el fuego a las 15 sartenes en las que se han freído los pimientos para servirlos «quentes, sempre quentes», ha dicho el presidente, en alusión a uno de los cambios que realizó la actual organización con respecto a ediciones anteriores a su llegada. Estos vecinos también luchan por convertir la fiesta en una romería, de modo que lo que ayer hicieron unos pocos, de llevar la mesa y el mantel para comer en la carballeira franciscana y en sus alrededores, con vista al río Ulla, se convierta en lo habitual. «É o que tratamos de buscar», ha afirmado Alejandro Ferro. Su comisión ha querido, además, rendir un pequeño homenaje a los vecinos que hace cuarenta año crearon la fiesta, de modo que les ha entregado una placa conmemorativa.

Otros cuarenta años más necesitaría el pregonero, según ha reconocido, para diferenciar el pimiento de Herbón que pica y el que no, como le pasa a muchos más. Ayer, con el calor que hizo, solo faltó que alguno de los pimientos picara para acabar de arder, pero ya se sabe, unos lo hacen y otros no.  

Al acabar la entrega de premios a los tractores mejor engalanados, las colas para recoger las raciones de pimientos fritos salían de la carballeira, aunque las raciones no llegaron a agotarse, una vez que la asistencia de público fue este año menor, probablemente a causa de la ola de calor.