El Ayuntamiento no toma medidas pese a las continuas quejas de muchos vecinos
12 jun 2018 . Actualizado a las 16:39 h.La mala imagen se repite muchos domingos en Padrón, demasiados para algunos vecinos de la villa, tras la celebración del mercado ambulante: plásticos, papeles, cartones y otros residuos quedan tirados en el recinto en el que se celebra la actividad y, a menudo, hasta pasada buena parte de la tarde, lo que últimamente está provocando las quejas de muchos.
Es así pese a que el pleno del Concello tiene aprobado un acuerdo, del verano de hace dos años, para atajar este problema, pero está claro que no se cumplió. El domingo pasado, debido posiblemente al mal tiempo, no fue de los más llamativos pero el anterior si: a las seis de la tarde podían verse cartones y plásticos en el recinto de venta, sobre todo en el Campo del Souto.
Hay quien se enfada con el Concello por no limpiar todo rápido, pero otros colocan el foco en los vendedores. A su entender, los ambulantes deberían dejar recogido el espacio que ocupan y no tirar la basura de aquello que venden, como cajas de zapatos vacías o plásticos de prendas a estrenar, entre otra. Además, parte de esos residuos acaban en las orillas del Sar, sobre todo los días de viento.
Desde el Concello, el edil responsable de área, Javier Guillán, explica que el gobierno local está trabajando con la «máxima urxencia» para hacer un control del mercado ambulante, de modo que prepara una planimetría con la situación de cada puesto, de cara a su actualización.
De este modo, una vez identificados los titulares de los más de 600 puestos que se instalan en Padrón cada domingo, el Concello podrá tomar medidas en aquellos casos en los que la basura quede tirada en el puesto identificado, según añade el concejal.
En cuanto a lo sucedido el domingo anterior, cuando la basura esparcida llamaba la atención por la tarde, Guillán explicó que ese día los vendedores tardaron en levantar el puesto e irse de Padrón, al hacer un día muy bueno, por lo que el personal de limpieza tardó en poder entrar en el recinto, y de ahí la demora en la limpieza. Esa brigada está formada por siete personas, cinco de las cuales recogen a mano y dos están en el camión. Empiezan a las cuatro de la tarde cuando, en teoría, no puede quedar un puesto ni una furgoneta en el recinto, como así sucedió el primer domingo de mes.
Los vecinos consideran que el Concello tiene en el mercado una gran tarea pendiente, no solo por la actualización de los puestos y del cobro, sino también por acabar con los malos hábitos de la mayor parte de los vendedores que dejan la basura, a pesar de que algunos ambulantes sí recogen los restos.