La Voz premia el talento periodístico de cuatro jóvenes del área de Santiago

Patricia Calveiro Iglesias
P. CALVEIRO SANTIAGO / LA VOZ

PADRÓN

PACO RODRÍGUEZ

Alumnos del CEIP Flavia, Peleteiro, La Salle e IES Lamas de Abade demostraron que por sus venas corre tinta fresca

03 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Alguno está convencido de que su futuro profesional está en el periodismo y otros ni siquiera se lo habían planteado. Pero por las venas de estos cuatro jóvenes del área de Santiago corre tinta fresca, como quedó demostrado en el concurso propuesto por el programa Prensa-Escuela, impulsado por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre.

En la zona recayeron dos primeros premios del certamen escolar de La Voz: Elsa Montenegro Gómez, del CEIP Flavia (Padrón), se proclamó mejor periodista infantil; y el artículo de opinión de Sara Campos Castro, del colegio La Salle de Santiago, fue el vencedor en la categoría juvenil. El tercer galardón de esta última modalidad también fue a parar a la capital gallega. Se lo llevó Elena Sotelo Prol, del Peleteiro. Y, entre los mejores entrevistadores, un estudiante del IES Lamas de Abade, David López Furelos, que quedó segundo.

Los centros tuvieron mucho que ver en que resultasen ganadores casi todos ellos, porque sus profesores fueron los que animaron a la clase a participar. Así lo cuenta Elsa Montenegro. La alumna de sexto de primaria explica que llevaban tiempo trabajando en el aula con el periódico y les mandaron hacer un trabajo para participar. Tenía que escoger una información ya publicada y redactar otra nueva a partir de esa.

Sorprendidos

La menor de 11 años eligió la del fallecimiento de Stephen Hawking. Contaba con la ventaja de estar familiarizada con el tono periodístico, porque en su casa son suscriptores de La Voz. Es lectora habitual y escribe con regularidad desde hace dos años. Con todo, reconoce que no se esperaba ser la Mejor Periodista Infantil en la categoría que va desde tercero a sexto de primaria. «Un día llegamos a clase y la profe (Ana Villar) nos anunció que uno de nosotros había ganado. Nos miramos todos y cuando dijo mi nombre me sorprendí mucho, porque ya no me acordaba del concurso», cuenta. El premio: un viaje a PortAventura que compartirá con sus padres y sus dos hermanos pequeños.

También Sara se llevó una sorpresa mayúscula al saber que era la mejor articulista juvenil en bachillerato y FP. Presentó Choiva, con el que ganó un fin de semana en Londres para cuatro personas. «El profesor de gallego nos mandó hacer diez artículos de opinión. Era un día que estaba lloviendo y se me ocurrió la idea de hablar de la lluvia en Galicia», indica la joven de 18 años, quien asegura que de los tres que tuvo que presentar este no era el que más le gustaba. No descarta seguir escribiendo en un futuro y ha decidido ir por la rama de ciencias.

Toda la clase de David López hizo una entrevista, pero la suya a O Gaiteiro, apodo con el que se conoce el pirotécnico de Vedra al que eligió como protagonista, conquistó al jurado. «É un oficio que se está acabando e queda moi pouca xente en Galicia que se dedique a iso», señala. No es el primer galardonado en su instituto, pues es el tercer año que un alumno de María del Carmen García Ares gana el certamen periodístico. «Para min era unha entrevista gañadora dende o principio», afirma la maestra de gallego, quien confiesa que David venció a pesar de no haber incluido varios cambios que le había sugerido.

Madera y vocación

Elena Sotelo vio la convocatoria por Internet y se presentó por su cuenta. La alumna de segundo de bachiller, de 17 años, realizó un artículo de opinión sobre la privacidad en Facebook. «Cuando empecé a hacerlo coincidió con el juicio a Mark Zuckerberg», apunta. Tiene claro, desde hace algo más de un año, que quiere ser periodista, aunque ya ganó sus primeros concursos literarios de niña. Ahora escribe en una publicación digital en inglés y en la revista del colegio. Tiene madera de periodista, y vocación, por lo que el premio fue algo más que un incentivo para ella: «Me hizo mucha ilusión que se reconociera que lo que escribo tiene algún valor».