La Guardia Civil desmantela una red que usaba burdeles de Sar y Arousa para vender droga
PADRÓN
En la operación se ha detenido a nueve personas, de las que cuatro han ingresado en prisión
25 feb 2016 . Actualizado a las 13:16 h.La Guardia Civil de Noia ha culminado con nueve detenciones la operación Posada contra una red que utilizaba cuatro burdeles de la zona de Arousa y de la comarca de Sar para vender droga y también como puntos de reunión de la organización. Los arrestados residían en Padrón, Brión, Vilagarcía de Arousa, Catoira y Caldas de Reis. Cuatro de ellos han ingresado en prisión tras declarar ante el titular del juzgado de Instrucción número 1 de Padrón, mientras que los otros cinco han quedado en libertad con cargos.
Además de los arrestos, se han llevado a cabo cuatro registros domiciliarios en los que los agentes hallaron diversas cantidades de droga, principalmente cocaína, así como básculas de precisión y otros objetos necesarios para la preparación de las sustancias estupefacientes, objetos y dinero en efectivo.
Los investigadores también han logrado recuperar libretas con anotaciones que podrían ser muy importantes para poder demostrar los negocios ilícitos a los que se dedicaba la trama. La Guardia Civil también se ha incautado de dos coches de gran cilindrada que se supone que eran utilizados para el transporte y distribución de la droga.
Los responsables de este operativo policial creen que la red se amparaba en estos negocios ligados con la prostitución para llevar a cabo sus negocios. Dos de los burdeles estaban situados en el entorno de la comarca de Sar y abastecían al sur de la provincia de A Coruña, mientras que los otros dos están situados en la zona de Arousa, entre las localidades de Vilagarcía de Arousa y Caldas de Reis, y distribuían la droga en esta zona.
Los prostíbulos eran presuntamente utilizados no solo para la venta directa de las sustancias estupefacientes, fundamentalmente cocaína, sino también como puntos de reunión entre miembros de la organización. Las investigaciones apuntan a que la droga procedía fundamentalmente de Pontevedra y que empleaban lugares muy transitados para realizar los intercambios de forma que pasasen lo más desapercibidos posible.