Cuando Irak fue invadido en el 2003 con la bendición del presidente José María Aznar (la famosa foto del trío de Azores), la repulsa en la comarca compostelana fue total. En toda España, en realidad. Cuando Ucrania es masacrada como ahora mismo, la comarca lo lamenta, pero las reacciones de asco y condena son lentas. Oroso lleva la iniciativa, ya que al finalizar el (estupendo) concierto de la escuela de música de esa misma localidad, el viernes, su alcalde subió a la tarima, cogió el micrófono y convocó a todos (y a todas) a concentrarse hoy a las 8 ante la Casa do Concello como repulsa a la inaudita agresión.
En un primer momento no parecen situaciones comparables. España —y nuestros soldados— participó directamente en la invasión a Irak, pero no tenemos nada que ver directamente con el ataque a Ucrania. Sin embargo, siendo egoístas —y dejando aparte aspectos éticos, que es mucho dejar— la guerra contra Ucrania va a traernos muchas y peores consecuencias en los bolsillos que la de Irak. Porque la gasolina va a subir en Teo y en Frades, el gas va a subir en Vedra y en Ordes, los productos que contienen cereales (eche un vistazo a su cocina y verá que hay unos cuantos) van a subir. Y añada todos los componentes electrónicos.
Así que la cita es hoy en Oroso a las 8 de la tarde. Y si entre el escribir estas líneas y el momento en que salgan publicadas han convocado en otros concellos de la comarca actos de repulsa contra la agresión del loco émulo de Hitler, no lo dude: olvide Sigüeiro y vaya al que le corresponde. Y si no lo hace porque a partir de hoy o mañana la vida le va a resultar igual de feliz pero más cara, hágalo por ética. Que no andamos sobrados de ella.