Hacia la creación de una ruta de los castros en Oroso

Cristóbal Ramírez OROSO / LA VOZ

OROSO

CRISTÓBAL RAMÍREZ

De las mámoas inventariadas hay dos en peligro: la de Bouzalonga se puede salvar

30 mar 2021 . Actualizado a las 19:27 h.

Pasó en toda Galicia: el hombre, desde la prehistoria hasta hoy, fue ocupando el territorio, primero como nómada, luego como sedentario desde que descubrió la agricultura. Y Oroso no fue una excepción. Como no lo fue el hecho de que a los restos arqueológicos no se les empezara a dar importancia hasta tiempos recientes. Eran cosa de un maestro aislado, de un historiador que un día se dejaba caer por aquí o por allá… Y, todo hay que decirlo, con la connivencia de la población se arrasaron miles de yacimientos.

Esa dinámica existió en Oroso hasta que hace unos pocos años se elaboró una carta arqueológica. ¿Completa? Sí y no, porque figuran en ella todos los puntos de interés que se conocían. Y no hay que descartar que aparezcan más. Pero lo fundamental es conservar lo que ha llegado al siglo XXI, porque alguno es ahora mismo solamente eso, un punto en el mapa, como por ejemplo la mámoa -o medorra- que existía a la izquierda de la carretera que conduce de Sigüeiro a Grabanxa, al parecer bajo lo que hoy son unas instalaciones lácteas.

Vanesa Boo, concelleira de Cultura, resalta que en su municipio tienen «un amplo patrimonio arqueolóxico», y destaca los castros y las mámoas. La pregunta entonces es por qué el Concello no se muestra más activo en la recuperación de ese patrimonio, para disfrute de vecinos y visitantes. La misma concelleira responde que «lamentablemente a maioría deste patrimonio atópase en fincas de titularidade privada, e non sempre nas mellores condicións debido á maleza e ás accións do ser humano».

Pero sin duda el descubrimiento arqueológico más relevante de Oroso fue el del tesoro de Recouso, en la parroquia de Marzoa. Se trata de una colección de orfebrería castreña hallada alrededor de 1920 en el yacimiento que le da nombre. Una maravilla que, según el CSIC, es toda ella obra del mismo artesano.

Las repoblaciones amenazan los yacimientos, en Oroso y en todas partes. De las mámoas inventariadas en este municipio hay dos en evidente peligro. Una de ellas se encuentra en lo alto del cordal que sirve de frontera con O Pino y Santiago, donde, por cierto, se abrió una pista que pasa por el medio de un castro. Google Maps muestra que aquella era de gran tamaño y que fue violada. Hoy en día no se reconoce, en medio de una densa arboleda de repoblación. La otra es posible salvarla. Se localiza en Bouzalonga, a la izquierda del asfalto (que cortó una más por la mitad), acompañada al menos de otras dos. Ahí se han plantado recientemente eucaliptos, y, quizás sin intención de hacerlo, justo encima del yacimiento (el eucalipto se reproduce incluso de manera insospechada). En fin, arrancando tres o cuatro ejemplares se está a tiempo de salvar la mámoa.

La concelleira Vanesa Boo asegura que «dende o Concello estamos a impulsar iniciativas cos propietarios» de los yacimientos para llegar a algún tipo de acuerdo, aunque se lamenta de que «non está a ser doado». Más fácil lo tienen en los restos de las minas -quizás romanas, quizás medievales, quizás ambas- que quedan a la altura de la urbanización Porto Avieira. El resto fue arrasado en su día por la propia urbanización, y deberían de llegar hasta el cercano río Tambre.

En ese caso ya hay un proyecto en marcha, y esta misma semana comienzan los trabajos de limpieza de la vegetación que cubre aquellos desniveles. La colocación de unos bancos que no dañen el yacimiento -los trabajos se llevan a cabo bajo la supervisión de una arqueóloga- y de un panel explicativo son el siguiente paso para avalorar el entorno de ese grupo de chalés adosados, que dentro de poco contará también con un original espacio para perros y con un circuito pensado para aficionados a correr, que dará vuelta al campo de béisbol.

El desafío, en cualquier caso, es qué hacer con todo ese patrimonio arqueológico, que por supuesto no está concentrado geográficamente. Vanesa Boo asegura que «seguiremos traballando para poder recuperalo e acondicionar os espazos para poder ser visitados e mesmo sería interesante promover a creación dunha ruta dos castros».