Oroso se zampó con fruición a la reina del río

Susana Luaña Louzao
susana luaña SANTIAGO / LA VOZ

OROSO

SANDRA ALONSO

La Festa da Troita congregó a miles de comensales en una cita de exaltación para la comarca

14 may 2018 . Actualizado a las 14:24 h.

«¿Pican?» La pregunta de cortesía entre troiteiros tiene una generosa respuesta en la Alameda de Góis de Sigüeiro y en los restaurantes y bares que todos los años se suman a la populosa Festa da Troita. Y ayer no fue una excepción. La cita llegó a su vigésimo segunda edición y las tablas se hicieron notar. La lluvia quiso flirtear con los comensales, pero a la trucha le gusta la lluvia, así que picó. A cientos de kilos picaron, y a miles de bocas respondieron los presentes, que ya hacían cola ante las sartenes mucho antes de que el responsable de Turismo de la Diputación de A Coruña, Xosé Regueira, pronunciase el pregón que dio comienzo a la papatoria.

Regueira aprovechó la invitación del alcalde, Manuel Mirás, para exaltar todo lo bueno que hay en Oroso. Habló del Camino Inglés y de las acciones que se han puesto en marcha para su mejora, habló de los ríos, de la trucha y de las condiciones ambientales que Oroso y su comarca necesitan para que «o peixe máis fermoso de todos os que existen, feroz, pero tamén listo, a raíña dos ríos de Galicia» siga saltando del agua dulce a la sartén y de la sartén al plato.

La trucha no esperó por las autoridades para dar lo mejor de sí misma y relució en los platos de todos los vecinos que sucumbieron a ese sabor característico del salmónido. En su versión mascota, Troi hizo las delicias de los más pequeños y sucumbió a los piropos que le lanzaba el pregonero. Y por si su consistencia no fuese suficiente, pulpo y churrasco, melindres y churros, vinos y licores, tómbolas y charangas completaron la oferta de una jornada bulliciosa que dejó bien alto su pabellón de fiesta de interés turístico.

Nada de ello sería posible sin la pericia de esa contienda deportiva entre truchas y pescadores. Por eso Oroso y la Federación de Pesca cuidan a sus troiteiros y a su cantera. En la jornada de ayer se entregaron los premios a los concursantes del campeonato de capturas sin muerte que se celebró en las horas previas a la degustación. El ganador en la modalidad de adultos fue José Rabuñal, y en la infantil, José Ángel Bruzos, con nueve piezas. Pero hubo trofeos y regalos para 25 concursantes más; el benjamín, Pablo Vidal, de 3 años. Queda claro que hay cantera dispuesta a recorrer los ríos para engordar los 600 kilos de truchas que ayer se frieron en Oroso.