
Yolanda Castro y Lucía Rodríguez señalan que la localidad ordense cuenta con los servicios básicos para vivir
05 feb 2025 . Actualizado a las 08:58 h.Yolanda Castro escogió Ordes para vivir. Fue una elección consciente al casarse en el año 2006. Ella, que es originaria de Mesía, se planteó con su marido dónde establecer su hogar: «Foi por comodidade, porque el traballaba aquí naquel momento. Eu empezaba a opositar e non tiña un traballo fixo establecido, así que compramos en Ordes, que é un pobo con servizos». En aquellos años había suficiente oferta de vivienda, y obviamente, con unos precios más asequibles que en ciudades como Santiago: «Nós compramos en obra dous anos antes de instalarnos», y más tarde se trasladaron a una casa en O Casal, a 500 metros del casco urbano. Y les cambió la vida. Señala que no cambiaría su casa en Ordes por un piso en Santiago: «Vivimos tranquilos, teño o meu xardín como eu quero. Son cousas que non podería ter en Santiago, salvo cunha herdanza millonaria», bromea. «Estou contenta porque vivo no sitio ideal, con todas as comodidades dunha casa e todos os servizos dun pobo»
Y eso a pesar de que tanto ella, funcionaria, como su marido, que trabaja en una asesoría fiscal, tienen ahora sus puestos laborales en Santiago y viajan a diario. Pero destaca que su familia puede desplazarse a pie al casco urbano de Ordes, y en su trabajo está en 25 minutos, porque no tiene que entrar al centro de la capital gallega. El inconveniente es que necesitan dos coches en casa «porque o transporte público non se adapta aos nosos horarios laborais». Y eso supone consumo de combustible y gastos, y el tiempo empleado en el trayecto: aunque por ahora es asumible, «non sei con máis anos».
Señala que le encanta Santiago, donde estudió, y que es su destino habitual para unas ofertas culturales y de ocio que echa en falta en cierta medida en Ordes. Sobre todo, para los adolescentes: «Teño un rapaz de 15 anos e que fai?: dar voltas ao Campo da Feira andando?», en una localidad que tampoco tiene oferta de cine.
También Lucía Rodríguez tiene claro que no dejaría su casa en Merelle, justo a la salida del casco urbano, por vivir en Santiago: «Alí hai moito ruído sempre. E estar nun piso... vivimos nun en Ribeira de vacacións, 15 días, e foi terrible. Nós estamos afeitos a saír fóra, ir onde queres. Aquí estou moi cómoda», con más libertad. Ella es de Ordes de toda la vida, estudió administrativo en el San Clemente compostelano, y tras trabajar años en una empresa de obras públicas ordense, opositó y es celadora en el Clínico.
Señala que Ordes tiene lo necesario para vivir, «o único que lle falta é ter unha praia cerca», comenta entre risas. Los mayores problemas los encontró cuando su hija y su hijo se hicieron adolescentes. Ella, para estudiar determinadas materias en Santiago, dependía del autobús, lo mismo que su hijo para ejercitarse en un campus como portero de fútbol: «Moitos días non pasaba o autobús, e acababa tendo que levalos eu no coche a Santiago aínda ben non chegara de alí de traballar». Porque la falta de un transporte público eficiente es uno de los mayores inconvenientes que encuentra a vivir en un pueblo en lugar de residir en una ciudad, a la que es imprescindible desplazarse a cursar estudios superiores o determinados ciclos.
Ese problema lo encuentra ella también en su trabajo: tiene que utilizar su coche, «pola N-550 que está como está, e cos radares e limitada a 50 case todo o camiño». Además del mayor tiempo necesario, está el riesgo de accidentes y los costes económicos: «No bus custa 70 céntimos, que é o que gasto no Clínico dando voltas para aparcar». Pero señala que el autobús no es fiable, porque a veces se quedó tirada. Su hijo, que cursa un ciclo de Técnico Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva en A Coruña, también lo padece: entra a las 8.30 horas y no tiene combinación para llegar a tiempo, así que vive en piso compartido en la ciudad herculina, «e en cambio os que van en tren desde Santiago chegan».
En una localidad a medio camino entre Santiago y A Coruña, ¿con cuál hace más vida?: «Para o papeleo, Santiago, e estudei alí e traballo hai 12 anos alí. Pero se vas de compras, coa terceira ronda, A Coruña está á mesma distancia».