Las explosiones que inquietan a Ordes

O. P. SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

Sandra Alonso

La Policía Local investiga fuertes detonaciones a medianoche en la zona este de la localidad

27 oct 2021 . Actualizado a las 12:09 h.

«Silencio en la noche, ya todo está en calma», decía el tango. Está claro que Carlos Gardel no vivía en Ordes. Porque en varias noches sucesivas de la pasada semana, vecinos de la zona este de la localidad, de rúas como la dos Lagartos y República Argentina, seguro que se acordaron más que del argentino de cuando a Raffaella Carrá explota, explota, le explo, le explotaba el corazón, al disparárseles los suyos con un tremendo estruendo hacia la medianoche.

Un sonido seco y de muchos decibelios, que despertó, además de a quienes dormían, todo tipo de conjeturas en la localidad sobre su origen. Desde disparos de escopeta a algún tipo de artefacto explosivo. La Policía Local de Ordes se interesó por la cuestión, que señalan se repitió las noches del miércoles, jueves y viernes. Hacia la medianoche, y en uno de los casos cerca de la una de la madrugada, horas nocturnas en las que la Policía Local carece de patrulla. Iniciaron sus pesquisas por si se podía tratar de tiros, pero creen que las fuertes detonaciones se debieron a petardos de gran potencia. La quietud de la noche y el eco en medio de las calles multiplicaron además el efecto.

Cuentan con el testimonio de una vecina, que vio correr desde la ventana de su casa a jóvenes por la calle República Argentina al poco de escuchar una de las explosiones. Intentan ahora dar con los responsables, y recuerdan desde el cuerpo que acciones de este tipo pueden originar una denuncia por alteración del orden. Subrayan que el manejo de artefactos pirotécnicos es en la actualidad muy estricto, y precisa permiso de las autoridades para su lanzamiento.

Una posible gamberrada

Porque de confirmarse la hipótesis de que son petardos, su elevada carga haría de ellos un material peligroso de manejar, y el establecimiento que realice su venta precisa autorización. Todo apunta, indican desde el ayuntamiento, a una gamberrada. Pero siguen las pesquisas para tratar de evitar que vuelva a repetirse, y que en tiempo de magostos no revienten en Ordes más que algunas castañas sin picar.