El TSXG rebaja de 15 a 12 años de cárcel la pena al condenado por el crimen de Ordes

Xurxo Melchor
Xurxo Melchor SANTIAGO

ORDES

Julián Eduardo V. T. llega a los juzgados de Ordes tras ser extraditado desde Colombia
Julián Eduardo V. T. llega a los juzgados de Ordes tras ser extraditado desde Colombia PACO RODRÍGUEZ

El alto tribunal considera que no ha quedado probado que el asesino actuara por sorpresa y que la víctima no tuviese la oportunidad de defenderse

21 abr 2021 . Actualizado a las 01:17 h.

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) ha estimado parcialmente el recurso de apelación presentado por el condenado por el asesinato el 17 de julio del 2016 de un joven dominicano en Ordes y ha decidido rebajar su pena de 15 a 12 años de cárcel. Estima así que no ha quedado acreditado que Julián Eduardo V. T. perpetrara el ataque por sorpresa y que la víctima, Álvaro Paredes, no tuviera oportunidad de defenderse, por lo que considera que no puede aplicársele la agravante de alevosía.

La sentencia que dictó la sala primera de la Audiencia Provincial de A Coruña, tras el veredicto de culpabilidad del jurado popular, queda confirmada en el resto de sus extremos, aunque el fallo aún puede ser recurrido en casación ante el Tribunal Supremo. De este modo, Julián Eduardo V. T., colombiano de nacimiento pero nacionalizado español tras prestar servicio en el Ejército, también tendrá que pagar un total de 265.000 euros en indemnizaciones a la mujer, la hija y la madre de la víctima, además de hacerse cargo también de los gastos que originó el entierro y la repatriación del cadáver a la República Dominicana.

El alto tribunal gallego refrenda el relato de hechos probados por el que se acusó a Julián Eduardo de apuñalar a la víctima en el cuello cuando caminaba por la calle Compostela de vuelta a su casa. También que, como recoge la sentencia, se probó «la rivalidad y diferencias que mantenían el acusado y el fallecido por competir en la zona en la actividad de trapicheo de droga», así como que «minutos antes» del crimen ambos mantuvieron una pelea tras la cual el fallecido se marchó a su domicilio y llamó por teléfono para pedir la presencia de una patrulla policial, para después morir degollado por el acusado que, por haber sido militar «tenía formación específica en el tipo de arma utilizada, como se acredita por la certera y letal puñalada».

En el cadáver solo apareció el perfil genético del sospechoso, cuyo vehículo fue además detectado en el lugar y a la hora del crimen.