«Perdín bastante planta, pero doume por satisfeita se non me colle o bicho»

emma araújo SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

Ordes reabrió el mercado de plantón y horas después se confirmó que están prohibidos

07 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Con la tinta aún caliente de la resolución de Medio Rural autorizando los mercados y anulada horas después por el Gobierno central, Ordes estrenó su nuevo modelo en la explanada del Campo da Feira con apenas diez puestos, que ayer comercializaron plantones de múltiples productos, sobre todo de distintas variedades de pimientos, cebolla, lechuga y tomate.

El tiempo acompañaba, pero la clientela fue escasa. Y eso, lógicamente, se tradujo en las ventas, aunque el balance fue muy desigual. María Vázquez Torres, de Carballo, llegó cargada de mercancía, energía y un buen lote de productos sanitarios y de desinfección. «A cousa podería ir mellor, pero vir hoxe a Ordes foi case unha sorpresa, colleunos a todos sen acabar de preparar ben as cousas que recomendan», relata.

«Perdín bastante planta por non poder vender ata agora, pero é peor enfermar, eu doume por satisfeita se non me colle o bicho», añade con optimista mirada. Esta productora confía también en que la pandemia traiga consigo más interés por los cultivos: «Estaría ben un cambio de mentalidade da xente, eu penso que vai empezar a plantar un pouco máis, porque, aparte da calidade, sabes o que comes».

A lejana y prudencial distancia de María se situaba el puesto de José Garaboa, de Carral, que también regresó a Ordes tras un largo parón. Reconoce que «a feira está moi parada» y cree que la situación no irá a mejor, ya que las ventas que pudo hacer a domicilio no fueron suficientes para compensar el cierre de los mercados. «Este ano xa non damos remontado todas as perdas da campaña, xa que o que producimos medra día a día, o que fixo que a metade da leituga pasouse toda», relata. De cara al futuro cree que la crisis será peor de lo previsto, pero confía en que la cosa mejore una vez que se permitan los desplazamientos.

Una de las personas que salió cargada del mercado ordense fue Antonio Martínez, de Poulo. «Vin ao médico, fun ao banco e decateime que hoxe había mercado, que non o sabía», explica con la bolsa bien cargada de «cebolos e pementos». Carmen Duyos, de Padrón, confía en que el mercado de su pueblo le resulte mejor que el ordense. «Coa pandemia, a xente non sae das casas. A ver se agora isto vai aumentando, pero eu penso que como ata agora, as cousas non van ser», se lamenta.

A diez metros está Rosario Busto, de Abegondo, que tiró de teléfono y avisó a sus clientela y a alguna vendedora de Ordes de que abría el mercado. «Vendín todo, puiden traer máis», dice.

Las ferias vuelven a caerse de las agendas municipales

Apenas dos días ha durado la vigencia de la resolución de la Consellería do Medio Rural que permitía la celebración de mercados de productos agrícolas extremando las medias de seguridad, ya que la Subdelegación del Gobierno informó a última hora de ayer a los ayuntamientos que la decisión autonómica no tenía validez, por lo que las ferias previstas tenían que cancelarse para cumplir el estado de alarma.

Mientras tanto, todos los concellos del área compostelana daban por hecho que estas ferias de productos agrícolas iban a celebrarse, por lo que recibieron la contraorden como un jarro de agua fría. Ahora, el calendario de dependerá de la evolución de la desescalada. Arzúa, por ejemplo, había previsto su mercado para mañana en el recinto ferial de la Feira do Queixo.

Negreira y Teo daban por hecho que este sábado, día 9, podrían disfrutar de sus respectivos mercados. En el primer caso preveían la instalación del 25 % de los puestos habituales. En cuanto a Teo, su mercado de proximidad que se instala desde hace años en la plaza central de la urbanización de Os Tilos, también había previsto cambios en la distribución de los puestos para cumplir con la normativa.

Padrón celebra cada domingo uno de los mercados más importantes de Galicia y ayer también se preparaba para la feria de productos agrícola. No así Santa Comba. Su alcalde, David Barbeira, apostó por retrasar la reapertura de la feria al menos hasta el mes de junio por «responsabilidade». El regidor señaló que la presencia de estos puestos es simbólica y no supondría una ayuda para los productores locales, que no suelen acudir.