La costura, arma solidaria contra el virus

Emma araújo / emilio forján SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

cedida

Mujeres de Ordes, Melide, Negreira, Arzúa y Dodro confeccionan mascarillas para frenar contagios

23 mar 2020 . Actualizado a las 15:00 h.

Lidia Cao, muralista de Ordes, homenajeó con uno de sus trabajos, Fiando a revolución, a las costureras que convirtieron este municipio en un referente del textil. Quizá cuando esta pandemia deje de serlo su obra de la N-550 se convierta en el símbolo que represente a todas las mujeres (cuantificarlas es imposible), que en los últimos días, y hasta que haga falta, han tejido una red interminable que ha puesto a disposición sus máquinas de coser para confeccionar mascarillas. Muchas de estas manos fueron expulsadas del mercado laboral y otras tienen máquinas de coser para confeccionar prendas de todo tipo o para manualidades.

En el municipio ordense ya son setenta las mujeres que participan en una iniciativa que se gestiona desde la mancomunidad. El proyecto surgió por dos frentes. En uno de ellos, Lucía Manteiga, con un negocio familiar de telas en Ordes, comenzó a darle vuelta a la idea de elaborar mascarillas.

Justo antes del estado de emergencia había encargado una tela especial, pul, para elaborar pañales y compresas reciclables. Tras consultar con personal sanitario supo que este material, combinado con una tela de algodón que hace de segunda capa, ayuda a evitar la expansión del virus, aunque no están homologadas. Creó un grupo de Whatsapp con las clientas que sabía que tenían máquinas de coser y la red comenzó a expandirse casi exponencialmente.

En paralelo, la concejala ordense y presidenta de la Mancomunidade de Ordes, Susana García, tuvo una idea similar y habló con una antigua trabajadora del textil. Ambas iniciativas confluyeron y la resultante es que la Mancomunidad sufraga el material que Lucía suministra a precio de coste para estas mascarillas. Las costureras las elaboran y la entidad supramunicipal las reparte. Y hay dos diseños y pronto comenzará su distribución. Las mascarillas no son efectivas al cien por cien «pero son mejor que nada», reconoce Manteiga, por lo que se distribuirán entre las personas que no pueden permanecer confinadas en sus domicilios, como personal de farmacias, supermercados y otros servicios. Ambas promotoras de esta campaña reconocen que están sorprendidas por la implicación conseguida en apenas dos días.

No hace falta viajar muy lejos de Ordes para encontrar proyectos similares en el área compostelana. De hecho, la asociación Alecrín, de Melide, ha puesto en marcha la misma campaña, que también está germinando en Arzúa, mientras que en Val de Dubra ya las están elaborando a propuesta municipal.

A las iniciativas en grupo se añaden otras individuales, como Olga García, vecina de Negreira, que las entrega a Protección Civil. Tiene tiempo porque esta crisis sanitaria también se llevó su puesto de trabajo. Ahora confecciona mascarillas de algodón siguiendo un tutorial en la red, una idea que han seguido otras profesionales, aunque la mayoría tienen el mismo problema: «Que non hai tela de algodón suficiente e tampouco goma para as suxeicións», comenta García, que cuenta con la ayuda de su hijo y su pareja. Inicialmente, ante la escasez de material, las hizo para ayudar a quienes no tenían forma de conseguirlas hasta que pudo comprobar que no todo el mundo actuaba de buena fe. «Dinme de conta que algunha persoa pedíame unha ducia, e non eran para eles, senón para vender. Entón, contactei con Protección Civil para que eles se encargasen de distribuílas entre a xente á que lle fai falta de verdade, como persoas en risco, ou as traballadoras do servizo de axuda no fogar», precisó.

Protección Civil de Negreira logró entregarle tela de algodón para que confeccionase más mascarillas, pero se le fue agotando: «Son doazóns de Negreira ou, de Santa Comba, onde hai varias costureiras que se ofrecen a facelas nas súas respectivas casas, porque a escaseza é grande, ata o punto de que pedíronme ata de Santiago, de Val do Dubra, ou da Baña, pero xa lles dixen que non, porque tiñan que desprazarse a por elas» afirma, dispuesta a aconsejar a otras personas que quieran confeccionarlas.

Olga García, a quien la gente agradece su gesto solidario en las redes sociales, piensa que está haciendo «o que debe facerse nunha situación tan excepcional como a actual, axudar a que a xente poida protexerse e non contaxiar a outras», en beneficio de todos. Eso sí, también aplica precauciones higiénicas como la desinfección del material lavándolo a altas temperaturas y desinfectándolo con alcohol, una operación que repite una vez acabada cada remesa de mascarillas antes de entregarlas a Protección Civil.