Para Nano Pérez y Charo García, la espectacular decoración navideña de su hogar es una diversión
26 nov 2020 . Actualizado a las 14:47 h.«Falta el Papá Noel que prometí el año pasado, pero no ha dejado de llover y fue imposible terminarlo. Para el año que viene no hay excusa, creo que empezaré en verano. Después tengo que negociar, pero me gustaría ponerlo en la chimenea». Así recibió Nano Pérez a La Voz en el exterior de su casa de Santa Cruz de Montaos, al borde de la N-550, donde la Navidad sorprende a quienes circulan por la carretera Santiago-A Coruña. No faltan los detalles: luces en los árboles del jardín, un reno fabricado artesanalmente por Nano y un sobrino, el Papá Noel con su trineo colgado de la fachada, un marco de luces decorando todas las ventanas exteriores y un pórtico de luces de colores por el que se pasa antes de entrar en la casa de la Navidad. Charo García y Nano Pérez empiezan a seleccionar los adornos a mediados de noviembre, y en una semana está lista la decoración interior. Todos los años se suman piezas nuevas a las más antiguas, que Charo y Nano siguen sacando cuidadosamente de sus cajas. No faltan los belenes ni los Papá Noel al más puro estilo nórdico ni, por supuesto, el árbol de Navidad, que este año decoraron con tonos dorados (el año pasado era rojo). La novedad viene con las figuras de osos, elfos y varias guirnaldas de luces para iluminar, aún más, el interior de su hogar. Todo está en su sitio después de una semana de trabajo, «dedicándole ratos al principio, y jornadas intensas hacia el final».
Para el montaje exterior, «todo depende del tiempo, este año la lluvia nos complicó la faena», pero el resultado es sencillamente espectacular. Charo y Nano, de León y Ponte Carreira, son tal para cual, y lo que no se le ocurre a uno se le ocurre al otro. El montaje de la decoración navideña forma parte de su diversión, «no es un trabajo, lo disfrutamos como niños», y por eso, cuando alguna persona se detiene en la puerta para admirar las luces, no tienen problemas en dejarles pasar. Les abren la puerta de su casa, porque Charo y Nano disfrutan viendo las caras de sus visitas. Solo en alumbrado, colocan «más o menos, un kilómetro y medio de luces, pero tenemos en el sótano otras tantas sin colocar». Su casa se ha convertido en la más famosa de Ordes, al menos hasta el 7 de enero, cuando comienza la retirada de las luces. Su decoración, poco a poco, está creando escuela en Santa Cruz de Montaos, y algunos vecinos empiezan a animarse. Últimamente en las casas más cercanas empiezan a verse luces colgadas de las fachadas y adornando los árboles. Nano y Charo no pretenden crear escuela, pero tras visitar su vivienda, seguro que a más de uno se le ocurrió poner algún adorno más en su hogar.
Homenaje en Óptica
Enrique Valcárcel (Salamanca, 1952), presidente de honor del Colegio de Ópticos-Optometristas de Galicia, recibió ayer un homenaje por su trayectoria profesional en la Facultade de Óptica de la USC, en el marco de la festividad de la patrona de este centro universitario, Santa Otilia. Presidió el acto el vicerrector de Profesorado, Ernesto González, con la decana de la facultad, María Jesús Giráldez; y el presidente del colegio profesional, Eduado Eiroa. Valcárcel, vigués de adopción con tres establecimientos de óptica en la ciudad olívica, acumula una larga trayectoria profesional y fue presidente del colegio de 1994 al 2010.
Tapas con premio
Disfrutar de una buena tapa siempre es una buena opción. Y si además, cliente y establecimiento pueden ganar un premio, la cosa mejora. Lo saben muy bien los locales que este año participaron en el concurso de tapas de Boqueixón, que por segunda convocatoria consecutiva fue Casa de Xantar Casa Castro, con Sabores de outonía. El segundo fue O Vikingo por sus Bocadiños de alcachofa + roliño de espinacas. El tercer premio se lo llevó Vente Vindo con su Tostada do Bo-Queixón. También hubo regalos para la clientela que participó en las votaciones. Alberto Pazos y José Antonio Rendo fueron los afortunados.
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