La Festa do Champiñón sirvió el producto estrella en todo tipo de elaboraciones y presentaciones, coincidiendo con el cierre de ExpoOrdes, una feria en la que reina la variedad
30 abr 2019 . Actualizado a las 02:21 h.Hacia las dos y media de la tarde, a la hora de la comida, no era fácil encontrar una plaza para aparcar en Ordes. La villa celebra hoy su Festa do Champiñón, que cumple la treintena demostrando su buen estado de forma. Los hosteleros prepararon todo tipo de tapas a base del producto estrella, servido en cazuela de barro, en conchas de viera o en plato de plástico. Hicieron, un año más, de la variedad el gusto. Había champiñones al ajillo, en empanada, con nata, con jamón, con queso... En algún negocio, como El Túnel, a pocos metros de la sede del Concello, daban a elegir entre cuatro recetas. La empanada fue la primera en agotarse y, a primera hora de la tarde, ya quedaba poca tortilla con champiñones. Además, había croquetas y champiñones con beicon.
Sin ir muy lejos de allí, en el bar Gerardo, a esa misma hora ya habían servido cerca de 450 tapas. No quedaba una mesa libre, menos en la terraza, que se cotizan al alza en un día soleado como este, con los termómetros marcando los 24 grados. En general, los hosteleros se mostraron satisfechos por la afluencia de gente, aunque también hubo quien dijo haberse resentido respecto a pasadas ediciones al coincidir con la Pascuilla de Padrón.
Ambiente a pie de calle
En la sobremesa, las terrazas del Campo da Feira de Ordes estaban de bote en bote. La música en directo a pie de calle animaba el ambiente festivo y no faltaba quien se animara a bailar al ritmo de una bachata o una ranchera, interpretada por un cantante vestido de mariachi. La actividad también está siendo notable en la exposición de maquinaria y en la feria multisectorial ExpoOrdes. Cuenta de ello daban Isabel García y Purificación Pérez (que a sus 70 años sigue dando guerra), de la asociación cultural Festexos da Vila de Ordes, cuyas ventas servirán para financiar las fiestas patronales. El sábado agotaron las 400 minicakes que donaron cuatro panaderías locales y, a estas alturas, ya habían vendido centenares de kilos de champiñón, en una cita que «va a más», señalaban.
Ya en la carpa del Mercado Artesán, uno puede encontrar desde repostería (hasta para diabéticos), a piezas en cuero, de pasta de cristal, cofres y marcos decorados con conchas o muñecos de lana, entre muchas otras opciones. En Ordes, para gustos, colores.