Las disciplinas minoritarias tienen gran arraigo, sobre todo entre niñas y jóvenes
06 may 2019 . Actualizado a las 10:01 h.El triatleta Iván Raña es toda una institución en Ordes. Le ha dado su nombre a la piscina cubierta, en la que unas 450 personas participan en sus cursos de natación. Y también el paseo que desemboca en esta instalación deportiva lleva a su nombre. El trazado es cómodo y sin oscilaciones de altura, toda una ventaja para que nadie tenga una excusa para no mover el esqueleto. Porque Ordes es una fábrica muy especial de deportistas. Fábrica porque los factura a cientos, y especial porque lo hace en disciplinas tan distintas y secundarias como patinaje, taekuondo, atletismo y hockey. Y además, en muchas de ellas la mayor parte de sus practicantes son mujeres de todas las edades, incluso de más de sesenta años. Buena parte del éxito está en la abundancia de entidades deportivas y escuelas, que en algunos casos se financian mediante la fórmula de convenios con el Ayuntamiento, que hace tres años separó los departamentos de Deportes y Cultura para que ninguno solapase al otro.
En este departamento municipal ven una clara conexión en el bum deportivo de Ordes con el legado de Raña, pero detrás de este ejército cardiosaludable está el trabajo de las escuelas deportivas de fútbol sala Jogafán, de la SD Club Órdenes de fútbol y la AC Órdenes de hockey (club femenino). El Concello firma periódicos convenios con estos tres colectivos, que forman a cerca de cuatrocientos menores, con una destacada presencia femenina.
Las deportistas son legión en el resto de las escuelas municipales ordenses, como el club Galia de patinaje, con 90 alumnas de entre 5 y 16 años; la escuela de atletismo, en la que sobre el 70 % de sus integrantes son féminas de entre 5 y 17 años. La diferencia no es tanta en el caso del Club de Taekuondo Boudsport, que forma a unos 180 escolares de entre 4 y 16 años y de los que el 50 % son niñas y jóvenes.