Chiño tiene que pasar de nuevo por el quirófano
18 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.El Ordes empezó el curso de la mejor de las maneras posibles, con una victoria a domicilio. Pero desde entonces no gana. Incluso el segundo triunfo que ostenta en la clasificación fue propiciado por una alineación indebida del Estudiantil.
Cuando el club configuró el nuevo proyecto para esta campaña, pocos hubiesen apostado por un arranque tan complicado. Pero al hacer un repaso del parte médico, que más bien semeja un parte de guerra, parece claro cuál es la razón de esa trayectoria. Son muchos los afectados, mayoritariamente futbolistas que deberían tener peso específico en el once inicial.
El delantero Chiño, llamado a ser el jugador franquicia del equipo, pasó por el quirófano en mayo por un problema de menisco. Los plazos apuntaban a septiembre para su retorno. Y no solo no se alargaron sino que este viernes volverá a someterse a una intervención quirúrgica en la misma rodilla. Se perderá, en el mejor de los casos, lo que queda de año.
Otro de los puntales en la estructura de ataque, Johnny, arrastra molestias en la zona de los isquiotibiales. Lleva diez días entrenando con el grupo, y el cuerpo técnico confía en que entre en la convocatoria del domingo, pensando en que pueda echar una mano durante unos minutos si las circunstancias de partido así lo requieren.
Iván García, que llegó desde el Arzúa para reforzar el ataque, lleva dos semanas parado por una distensión de ligamento y le quedan otras dos en el dique seco.
Lodeiro se llevó un golpe en una rodilla en verano que le afectó al ligamento cruzado. Esta semana empezó a trabajar con el grupo. Hasta que coja la forma para jugar todavía le quedan unos cuantos días por delante.
Munín, un medio centro que fue uno de los puntales del equipo el pasado curso, no volverá hasta diciembre. En su caso, por una cuestión laboral que lo ha llevado a Irlanda. Y la semana pasada se sumó a la lista de bajas Martín Sánchez, por problemas de vértigo.
Iñaki Tembra, que cumple su segunda temporada en el club, está convencido de que la situación cambiará en la medida que se vayan recuperando los futbolistas que están fuera de combate. Y a ese argumento le añade otros dos: «A pesar de que los resultados no son buenos, veo al grupo muy comprometido y seguro de sacar la situación adelante. Y la directiva, que nos ve trabajar día a día y sabe cuál es la situación, nos ha trasladado su total confianza».
El técnico reconoce que, ahora mismo, la parte anímica es la que más le preocupa: «Ya no es tanto una cuestión de jugar más o menos replegados, con defensa de cuatro o de cinco, de una u otra variante. Nos hace falta una victoria que nos ayude a recuperar sensaciones y confianza».