José Luis Barca Añón: «Acortar los tiempos de respuesta es esencial para atender las emergencias»

Patricia Calveiro Iglesias
P. Calveiro SANTIAGO / LA VOZ

ORDES

José Manuel Casal

Reconoce que llegar en 20 minutos a algún punto es casi imposible y cree que la comarcalización de Santiago es necesaria

26 ago 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

José Luís Barca Añón, Luitino, (Carballo, 1961) es gerente del Consorcio Provincial Contraincendios e Salvamento desde su creación, hace ya 14 años. Bajo su responsabilidad están una decena de parques de bomberos comarcales -entre ellos, los de Ordes, Arzúa y Xallas-A Barcala-, para los que se proyectan importantes cambios en los que ya se está trabajando.

-¿Qué supondría la comarcalización del parque municipal de Santiago para el mapa de emergencias?

-Para nosotros, y para la población en general, sería acortar los tiempos de respuesta, algo que es esencial para atender las emergencias. Es decir, si el parque de Santiago diera servicio a la comarca se vería reducido considerablemente el tiempo que tardan los profesionales en llegar al punto.

-La Xunta exige un tiempo de respuesta de no más de 20 minutos, ¿qué dificultades se encuentran para cumplirlo?

-Realmente es una recomendación, no hay una norma escrita que exija un tiempo mínimo. Indudablemente, cuanto antes mucho mejor. ¿Dificultades? Tal y como está el mapa de emergencias, nos vemos obligados a hacer desplazamientos importantes, porque estamos dando cobertura a los alrededores de Santiago desde los parques de Boiro y de Santa Comba.

-De Boiro a Milladoiro hay 50 kilómetros y de Ordes a Boqueixón otros 40. ¿Hay que rebasar los límites de velocidad para llegar?

-Precisamente esos dos ejemplos son de los menos complicados, porque todo el rodaje lo hacemos por autovía. Hay puntos que están a menos kilómetros y el tiempo de respuesta es algo mayor, pues vamos por carreteras secundarias. El vial que va de Santa Comba a Val do Dubra, por ejemplo. En algunos casos es cierto que se rebasan los límites para llegar porque la emergencia está fuera de nuestro ámbito de actuación. Pero, teniendo en cuenta que Santiago no sale del término municipal, nosotros acudimos por ser el servicio más próximo.

-Sin embargo, en la práctica, los bomberos de Santiago también atienden emergencias próximas en casos excepcionales, ¿no es así?

-Santiago, cuando la emergencia lo requiere, efectivamente está saliendo y están haciendo una labor encomiable. De hecho, hacen varios servicios con nosotros. Pero sí es cierto que legalmente ellos no tienen la competencia para hacerlo. Está pendiente de ese convenio para tratar, entre otras cosas, el tema de la falta de personal, que es un problema que debemos abordar para dar servicio a la comarca, porque mientras están en Ames u otro sitio esa dotación la pierden para Santiago capital.

-Caso real: un hombre agujerea con el palo de una sombrilla una ambulancia que tardó 10 minutos en llegar porque la persona a la que iba a socorrer ya había fallecido. ¿Es frecuente lidiar con este tipo de situaciones violentas?

-La verdad es que es complicado... En primer lugar, debo decir que hasta el momento no tuvimos ningún tipo de agresión. Sin embargo, como dice el dicho, el que espera, desespera. Para ellos los minutos son horas. Las distancias, inevitablemente, hay que recorrerlas. Los medios y el personal están siempre listos para salir, pero tenemos las carreteras que tenemos y llegamos todo lo rápido que podemos. Con todo, afortunadamente, la ciudadanía es comprensiva con este tema y sabedora tanto de las dificultades que hay como de que lo hacemos lo mejor que podemos.

«Lento, pero se avanza para la gestión directa de los parques»

 

 

Una de las demandas del personal de los parques dependientes del consorcio provincial es convertirse en trabajadores de la Administración. Barca habla de los pasos que se están dando para ello. Destaca que, «quizás por primera vez en la historia, distintas sensibilidades políticas se han puesto de acuerdo y trabajan mano a mano en materia de seguridad para elaborar un nuevo mapa de emergencias», al tiempo que pone en valor el trabajo que desarrollan los bomberos. «Son los que corren en dirección al peligro y a quienes se llama cuando no hay otro que resuelva el problema», recuerda.

-En enero dijo que se estaban atando los cabos para la gestión directa de los parques comarcales, ¿en qué punto está este tema?

-Aunque pueda sonar raro, teniendo en cuenta que estamos en agosto, se ha avanzado considerablemente para la gestión directa de los parques. Lamentablemente, es un tema lento, complicado, porque hay una serie de obstáculos en materia de legislación que impiden hacerlo con toda la prontitud que se quisiera. Sobre todo, teniendo en cuenta que lo que se pretende es respetar en cuanto nos sea posible los derechos y deberes de los trabajadores. La máxima del consorcio, por la directriz que nos viene dada por nuestros representantes políticos, tanto Xunta como Diputación, es tratar de llegar a buen puerto, pero intentando respetar el máximo de puestos laborales. Si pudieran ser los 174 que forman ahora la plantilla sería ideal y, si alguien se queda en el camino, que sean los menos posibles.

-¿Por qué tanta lentitud?

-Es lento porque ahora mismo por legislación estatal, aunque parece que con la entrada de un nuevo Gobierno se van dando pasos y se van cambiando cosas que a lo mejor nos agilizan las gestiones. Pero tenemos unas limitaciones presupuestarias, restricciones para la reposición de personal. Tenemos que ir con mucho tiento para que luego no vengan recursos que nos puedan tumbar todo el trabajo hecho. Ahora mismo está funcionando una comisión técnico-política que trabaja en esta cuestión y, aunque ha habido un impás, porque como todo el mundo sabe el verano no es muy operativo en la Administración, espero que en las primeras semanas de septiembre retomemos las reuniones para tratar un documento que tenemos pendiente del Consello Consultivo de contratación, además de otro informe económico, que está ya elaborado y en fase de revisión.